Independiente continúa su marcha triunfal en el presente Clausura en base a dos características indispensables para un postulante a campeón de torneo corto: jugadores con buena técnica y oportunismo en tramos decisivos de los encuentros. Con poco, y asediado por un rival desesperado y sin fortuna, el cuadro Rojo enhebró, sin embargo, su cuarta victoria consecutiva, convirtiéndose en líder absoluto de un torneo inestable, signado por la paridad y diversas y curiosas situaciones que ocurren fuera del rectángulo.
Entre los méritos del conjunto de Américo Gallego sobresalen la capacidad goleadora de su único delantero neto, Andrés Silvera, las actuaciones salvadoras de su arquero Andrés Gabbarini -muy superior a su antecesor Fabián Assman- y, lo dicho: haber reunido un grupo de futbolistas que disponen de recursos para cuidar la pelota y generar peligro en el aspecto ofensivo. Alcanza con mencionar algunos nombres para advertir el acierto de Julio Comparada, César Menotti y Américo Gallego, los tres responsables que pergeñaron el equipo de la actual temporada, por ejemplo Ignacio Piatti, Walter Acevedo, Lucas Mareque, el citado Silvera, Eduardo Tuzzio, y los hoy lesionados Martín Gómez, Carlos Matheu y Walter Busse.
Busse y Tuzzio, justamente, merecen una mención aparte de cara a lo que viene. En el primer caso debido a la lesión que marginará al salteño del resto del torneo, algo díficil de resolver para el técnico dado que Sergio Vittor, su aparente sustituto, no parece tener la profundidad ni la ambición del ex Gimnasia de Jujuy. Acaso Patito Rodríguez sea una inteligente alternativa, con Piatti cumpliendo la tarea de Busse. Respecto de Tuzzio, cabe decir que atraviesa un momento venturoso en su cuarto equipo del fútbol argentino (los anteriores: Quilmes, San Lorenzo y River). Rápido, expeditivo, notable cabeceador, el central aporta experiencia y liderazgo en una defensa que perdió a Matheu, uno de los pilares de Independiente. Si bien es cierto que haber conservado la valla invicta en los últimos 4 encuentros, con un total de apenas 6 goles recibidos en 10 fechas, no son datos del todo confiables -especialmente por la cantidad de llegadas claras de sus rivales-, Tuzzio emerge como una pieza clave de la defensa a partir de un viejo atributo: su perverancia.
Así, y en caso de sortear los diferentes imprevistos, Independiente es serio candidato a consagrarse tras 8 años. Pero con un detalle que deberán tener en cuenta resultadistas y desmemoriados: de no lograrlo, nada opaca esta campaña donde el Rojo ganó 6 de sus 8 clásicos anuales, engordó su promedio, revalorizó su plantel y consiguió orden institucional luego de estallidos múltiples. Ese campeonato, tan importante como anotar estrellas, ya lo ganó.
Pablo Provitilo
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