lunes, marzo 29, 2010

PRIMERA DIVISIÓN // Humo sobre el humo


Ian Gillan y Ritchie Blackmore, vocalista y primera guitarra de Deep Purple, podrían rebautizar aquel clásico de la legendaria banda rockera, una de las mejores del género de todos los tiempos. Ingleses y, se supone, entendidos en temas futboleros, tendrían motivos de alterar título, letra y melodía de Smoke on the Water si hubieran visitado la Argentina en alguna de las dos últimas semanas. Apelando a otras áreas del arte, conviene forzar el ingenio para entender ciertos acontecimientos.

La referencia, claro, alude a Boca y River. "Me gustaría dejarlos últimos", espetó el entrenador millonario sobre el clásico rival, con la siguiente estadística: 7 victorias, 8 derrotas y 8 empates desde su segunda etapa en el club, amén de una catarata de derrotas durante su época como jugador. Poco le importó a Astrada atender el frente interno, mirar a un equipo en estado de decrepitud que se hunde en el descenso y en los sórdidos pozos de una historia convertida en museo. Optó, el Negro Jefe, por arremeter ante el enemigo en desgracia con una frase contundente y anacrónica cuando la época demanda piadoso silencio.

Abel Alves incurrió en un desliz semejante. Tomó aire, infló el pecho tras la victoria en el superclásico y lanzó otra declaración rimbombante. "Ojalá siempre enfrentemos a los
de rojo y blanco", inquirió con ínfulas de gran componedor de debacles. Lejos de elegir la prudencia, de apostar al trabajo para ubicar a Boca en un lugar acorde con sus pergaminos y su plantel, el entrenador boquense apeló a ese discurso inflamado que suele incomodar a sus jugadores y al ominoso "mundo boca". Ominoso, vele aclarar, le cabe a Boca, River o a cualquiera que crea en un mundo con fronteras y códigos que apenas entiende cierto periodismo apostado en esas entidades día y noche.

Son dos caras de una misma moneda que remiten a la actualidad de Boca y River, si bien no son iguales los derroteros, los tiempos y los promedios de los dos más grandes. No obstante, en el presente, entre los dos suman un punto menos que Independiente, dirigido por otro personaje acostumbrado a transitar en un paisaje de brumas. En un fútbol, huelga repetirlo una vez mas, que necesita menos palabras y más juego. "Humo sobre el agua, fuego en el cielo", dice la traducción del recordado tema de Deep Purple en su estrofa final. Acaso los británicos puedan ofrecernos una versión en castellano sobre la coyuntura de millonarios y xeneizes, novedosa en su letra, dedicada a casi 34 millones de hinchas que habitan en Argentina.

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