jueves, abril 30, 2009

Una de canallas


Rosario Central, se sabe, atraviesa un momento deportivo-institucional complejo. La posibilidad de enfrentar a la Cai y Defensa y Justicia no se corresponde con los galardones conseguidos en otras épocas. Ensayemos, ya que estamos: "el televisado del sábado es Defensa y Justicia-Rosario Central a las 18" (por Canal 7, agregamos, lo cual revelaría que no se trata del encuentro más importante según la lógica monopólica que gobierna este país). Claro que pensar en esa concreta posibilidad no solo sensibiliza a canallas y leprosos.
Menos por Fito Páez y Lito Nebbia que por el Negro Palma y David Nazareno Bisconti, deseamos que RC continúe en la máxima división por dos motivos principales y uno aleatorio:
1-El plantel. Russo, los González Cristián y Ezequiel, Moreno y Fabianesi y ese doble de Mario Kempes llamado Milton Caraglio merecen otro destino que el frío de Comodoro o una excursión al puerto marplatense. En relación al dúo Equi-Kily, una reflexión: al igual que el Pampa Sosa en Gimnasia, los mediocampistas de Central entienden que ninguna "conducta profesional" justifica olvidar itinerarios, pasiones, fidelidades. Vitamina Sánchez, agregamos, también revista en ese grupo aunque algunos centralistas tendrán argumentos para exluirlo.
2-Por otra parte, en Rosario nació la querida OCAL (Organización Canalla AntiLeprosa), una agrupación de hinchas intelectuales que politiza las relaciones sociales en el fútbol con sana virulencia y algunas acciones para no olvidarse nunca. A los que se añaden algunos cantitos ingeniosos de la hinchada que vale la pena escuchar. Con dos de ellos concluimos este post.

ERAN OTROS TIEMPOS…
(Tema del aviso de Quilmes)

Eran otros tiempos, era otra la historia
con sólo un empate alcanzaban la gloria
la racha en el Parque, era su festejo
rompían butacas, salían corriendo.
Después vino el Lucho con su cabezazo
y la fantasía se hizo pedazos
le hicimos el orto en ese chiquero
se fueron llorando con el 2 a 0.
(Estribillo)
-Hace frío en el Coloso
que amargos son los leprosos
decime ya
lo que van a festejar-
Sigamos jugando, sigamos creyendo
que en cualquier momento abandonan de nuevo
la zurda de Mario, precisa y violenta
dejó la toalla en la otra platea.
A vos pecho frío, no te queda nada
son 10 gatos locos, no pagan entrada
y yo te saludo, de parte de Aldo
de su Palomita ya van 30 años.
(Estribillo)


COMO TÚ NO HAY NINGUNO
(“Fruta fresca”- Carlos Vives)

Ese gol que hiciste al "pecho"
que me sabe a fruta "fresca"
que se escapó de tus piernas
y se metió en mi cabeza.
Ese gol con el que sueño
cuando las penas me acechan
que me lleva al mismo cielo
y a la tierra me regresa.
La lepra reza que reza...
y aunque ya no tenga cura
los goles al "abandono"
me llevan a la locura.
(estribillo)
Sí, sí, sí,
que este amor es tan profundo,
sos el club de mis amores
que lo sepa todo el mundo.
Sí, sí, sí
por siempre soy de Rosario
que soy canalla de veras
y lo digo a todo el barrio.
Sos el club de mis amores
aquel que llevo en mis ojos
el que me endulza la vida
el que calma mis enojos.
El que se pone más lindo,
la cancha es toda una fiesta,
esa que siempre mi barrio
en el corazón te lleva.
Y esa hinchada es impagable
y siempre, siempre te alienta,
te pone toda su garra,
aunque ganes o que pierdas.
Y que digan en la radio
que yo te quiero de veras
que lo digan en los diarios
y después que yo me muera.
Y en un letrero que diga
que como tú no hay ninguno
que lo digan en la China
que lo digan en Neptuno.

viernes, abril 24, 2009

A la hora del crepúsculo


Tres miradas sobre la crónica crisis de River. Tres lecturas situadas en tiempo y contexto. Tres opiniones que, desgraciadamente, no envejecen.
Intuyo que ninguno de los autores de TPP tiene de ganas de escribir algo nuevo sobre este tema.
Los conceptos aquí vertidos podrán ser refutados, al cabo, cada uno tiene formada una opinión y todas son respetables. Con una aclaración, eso sí: nadie puede objetar que estos tres artículos fueron escritos por tipos que sufren el penoso presente de su club.

Saludos

Algo habrán hecho (mal)

Por Pichu
Junio 2007


Tengo que ir al médico. Y tengo que ir porque se me vuelve a abrir la herida, una herida que me vienen provocando hace ya 10 años y no logra cerrar nunca. Parece una epidemia, más bien una pandemia, porque charlando me di cuenta que es algo que afecta a muchas personas que conozco. Pasados tantos años, "yo se que ahora vendrán caras extrañas, con su limosna de alivio a mi tormento..." reza el tango...."todo es mentira, mentira ese lamento, como se ahonda y se agranda esta herida..."
Bonano, Burgos, Díaz, Ayala, Berizzo, Sorín, El Diablo, Astrada, Almeyda, Berti, Ortega, Enzo, Cruz, El Matador. Aquella gente. Los últimos en repartir alegrías. ¿Cómo ibamos a saberlo? Imposible. De ahí en más, una profunda herida que hoy día está infectada, putrefacta y no hay anticéptico posible. Y ustedes, hinchas del más grande dolor, saben de que hablo. Ni un Aimar, un D' Alessandro, ni un Angel y todos los que quieran nombrar, pudieron calmar nuestra agonía, nuestra sed por conquistar América, el mundo, una vez más. Mientras, los otros, a sus anchas, enlazan un imperio inalcanzable de títulos, con gloria, hazañas, algarabía, y hechos heroicos impolutos.
Ni un atisbo, ni la más mínima sospecha de grandeza en los torneos continentales. Nos alejamos de ellos, ya no son para nosotros, dice el metamensaje porque "quien dijo que hay que ganar siempre...". Y la costumbre nos habita, nos tortura y nos abruma.
¿Que pensará en estas horas el mayor abanderado del discurso de la ética y la moral dirigencial? brega por el único camino posible, el triunfo de los valores, a partir de los cuales finalmente se triunfa. Pero de una alegría vestida de pelota de fútbol nos aleja cada vez más. Nos diremos, no es tan drástico, son ciclos futbolísticos que van fluctuando. Pero la costumbre derrotista se arraiga. y la herida se ahonda. "No hay cosa que ocurra más lentamente que el cambio de imagen política que transmite una Nación" dicen los entendidos; dispensen este divague, entiendo lo mismo de la imagen que transmite una entidad deportida y social. La grandeza se construye en lustros, decádas, siglos y se destruye en mucho menos. Me envuelve tristemente la idea de no volver a ver en esta vida la reconstrucción de la gloria perdida. No le pido a Dios alcanzar las mismas metas deportivas. no tanto. En un rapto de humildad sueño eso para nuestros hijos, nuestros nietos, quien sabe. Solo pido, como muchos, que resurja de las cenizas ese espíritu ganador, gallardo (entiéndase bien), que nos depare algo de gloria.

Aguilar y Passarella discuten sobre la gira en Asia, las ventas, la pretemporada y repasan los plazos establecidos para ganar un torneo importante...

Centro con comba de Riquelme, Palermo, el errático, el tronco, el pata de palo, etc, vuelve a marrar una vez más en su carrera, y sin embargo, se la deja en bandeja a Palacio, que se asocia al gol, para un nuevo deliete de la tribuna xeneixe. Uno a cero. Remate de Riquelme. fuerte, preciso, rebote hacia un costado del area grande, y Palermo, el errático, el tronco, el pata de palo, etc, vuelve a no dar por perdida la pelota una vez más en su carrera, larga un centro exacto, certero, al corazón de la duda de Gremio, allí donde vive Saja, lo demás es obra y gracia del destino, ese que maneja Dios, el que dicen viste con colores.....
Y no sigo, me duele, se volvió a abrir y sangra mucho...


River duele
Por Ernesto
Abril 2007


Es una década ya. En el año 1997 River culminó una etapa muy importante con el fútbol de su especie, con la exégesis de su propia tradición. Recuerdo bien esa semana, en siete días se le ganó a un gran San Pablo y el torneo local a Boca. Ahí terminó todo. Lo que vino después, lo que estamos viviendo es una larga década infame. El cabotaje no merece el recuerdo. Y no me interesan ahora los otros dos títulos de Ramón, ni el de Gallego, ni el de Pellegrini ni el de Astrada. River dejó de jugar bien diez años atrás. Y, Ramón, el único héroe en este lío, fue despedido.


River acaba de quedar eliminado de la Copa Libertadores 2007 a manos del Caracas Fútbol Club, un modesto equipo venezolano a quien se le privó su localía y se lo mudó no solo de estadio, sino de país y equipo, también, que tuvo que soportar que unas horas antes del encuentro se le informara que sus cuatro mejores jugadores no podían ser de la partida por un reclamo totalmente justo por un penal inventado en el partido anterior en Chile. A ese River, a nuestro River, el voluntarioso equipo venezolano le ganó en el Monumental y luego en Cúcuta, lugar donde se jugó el partido y donde Bolívar libró una de sus batallas más heroicas, encajándole tres goles en un tiempo, bailándolo, sobrándolo, con remates de atrás de mitad de cancha y con un arquero parando con el pecho los centros/remates de los desorientados jugadores argentinos. River duele. Y lo más doloroso es que es un dolor previsible, un dolor que es autoflagelación, un dolor intencionado. A River le duele su dirigencia incapaz y siniestra con Aguilar e Israel a la cabeza, a River le duele mucho eso, le hace daño, son los principales responsables porque extendieron su maleficencia a la afección de todos nosotros. A River le duele que Delem muriera con la tristeza de la soledad de que sus pibes de antes hoy son pibes de los otros. A Delem le dolía, a nosotros nos duele.
A River le duele Passarella, un gran hereje del fútbol argentino. Recordemos que el hereje en tiempos medievales si bien era quien se oponía a la Iglesia (Passarella no se opone a nada, solo protesta cuando no saca ventaja) es aquel que se le demuestra que está equivocado pero que persiste en el error. Passarella persiste y persiste, juega con nosotros, juega con jugadores hacia su despotencialización, juega y juega mal, juega y hace daño, juega y queda afuera siempre. Y nos quedamos afuera.
Y a River le duele Farías, le duele Zapata, le duele Sambueza, le duele Gerlo, le duele Rivas, le duele Lussenhoff, a River le duelen los perros, los indignos, esos que con un simpático morocho, ese cultor de la dialéctica del "je", del "`ta luego", esos que con Ramón Angel Díaz no jugaban nunca. A River le duele que los hijos buenos de Angelito estén lejos de River y que no quieran venir a casa.
Y, no menos importante, a River le duele la corte de obsecuencia que miente, que describe entelequias, que cuenta lo que no es. A River le duelen esas plumas de falsa beligerancia y pasibles de corrupción, esa verba turbia y pomposa, ese "trabajo" que es ser cortesano del oficialismo aguilarista. El trabajo sucio lo hacen Los Borrachos del Tablón, el trabajo de "guante blanco" lo hacen estos mediocres escribas. A River le duele el hincha de Boca Atilio Costa Febre, la tilinguería de Recondo, el impresentable Farinella, la mediocridad de Nasarala, Chatás y Dasso. Con ellos no llueve nunca, con ellos hay soles irreales.
Pasó una década del último River importante. En ese lapso el Boca de Macri se alzó con todo y lo digo con toda la literalidad que la acción implica, porque se alzaron con River también. En ese lapso, cual ONG o la organización socialdemócrata que se quiera, River se dedicó a ser una resistencia pasiva. River, con José María Aguilar a la cabeza, un simpatizante del radicalismo, acompañó "segundeando" como en el truco, los logros que nuestro rival nos enrostró en la cara. Chicos y adolescentes vieron crecer y festejar a Boca y se hicieron de Boca. Adultos los vemos festejar nuestras copas y nuestros torneos. Mayores los ven dandos las vueltas olímpicas que ellos dieron.
Pero lo peor de todo es que la verdad está en el verde césped. Ahí River duele más, ahí River te hace mierda, en ese rectángulo donde son "once contra once", como les gusta decir a aquellos que ya nos han perdido todo respeto, ahí no hay una sola respuesta. ¿Producto de todos los errores mencionados? Seguramente, pero donde el fútbol sigue siendo fútbol, en ese rectángulo verde, en esa hora y media, ahí River falla con fruición. Y duele y cómo duele. Seguramente vendrán buenos tiempos o no. La verdad no importa y no se sabe porque lo que duele es el presente. Porque River duele.
Y no los perdones Angelito, porque saben lo que hacen.


Nadie nada nunca
Por Pablo
Noviembre 2008

Según diversas encuestas públicas, siempre tan dudosas, el elegido para ocupar el cargo de entrenador de River es Américo Gallego. Repaso la foja del voluptuoso ex volante y suena razonable: dos campeonatos locales, uno de ellos invicto, y dos subcampeonatos que pudieron cristalizarse en algo más (Huracán, en la misma temporada, obturó los sueños millonarios -3-2 en el Palacio Ducó y empate a uno en el Liberti-). Claro que existen matices, prescindiendo de las mancadas ante el globo porteño: los reveses coperos ante Boca en la libertadores y el torneo local (sendos 0-3) conllevan un pesado lastre al ya pesado Gallego. Aún así, los lectores de diarios digitales se inclinaron por el Tolo, el hombre que sale a ganar siempre (Simeone salía a empatar y en los picados con los otros autores de este blog salíamos a ver quién era el más humillado)y cultiva el discurso simple, sin rebusques idiomáticos ni grandes misterios.
Dejemos a Gallego (ya volveremos). Siguiendo en falso estadígrafo, en las dos últimas dos décadas, River contrató a los siguientes entrenadores: Héctor Veira, Carlos Griguol, César Menotti, Carlos Merlo-Norberto Alonso, Daniel Passarella, Gallego,Carlos Babington, Ramón Díaz, otra vez Gallego, otra vez Ramón Díaz, Manuel Pelegrini, Leonardo Astrada, otra vez Merlo, otra vez Passarella y Diego Simeone. 15 técnicos (sumando mismos nombres en diferentes períodos), cifra que no está mal comparando con Racing. Asimismo,hubo éxitos con hombres del riñón (o del esfínter) y de otras escuelas, hubo éxitos más festejados y éxitos por obligación. Y hubo, sobre todo, una pronunciada cáida en resultados, en juego, en estima y en dignidad del 2000 a esta parte.
Por esa razón, y sin entrar en la importancia o no de los coachs, sospecho que la elección del técnico es secundaria. River padece una crisis identitaria grave, como se decía en el post anterior, merecedora del diván y el tratamiento largo, bien lejos de las iglesias del antimilagro o los discursos empalagosos o empaposos de José María Aguilar. ¿Hace cuánto los hinchas no corren al placar a buscar la remera, desafiar a la tropa boquense y los cómplices con otras camisetas? ¿Hace cuánto no hay una victoria para golpearse el pecho, festejar la dicha, prender la tele para ver hasta el resumen de Pablo Tiburzi y comprar no menos de 4 diarios?. Pueden señalarse excepciones, seguramente, pero de ninguna manera enmiendan la cascada de vergüenzas anteriores y posteriores.
En consecuencia, discrepo con aquellos que señalan "ser campeón en River no alcanza". En todo caso, no alcanza para soportar lo otro, que nunca viene por carriles normales sino por el lado de la exageración, la deshonra, el fracaso y un poco más. Si me permite una comparación gastronómica: derrotas con todos los condimentos, nunca insulsas. Y si me permite utilizar una figura retórica: derrotas con hipérboles, nunca atenuadas. Lo dijimos en este blog ni bien Simeone sacó campeón a River, es de esperar nuevas desdichas. En efecto, no hay que ser muy agudo para advertir cuando algo está podrido o carece de sustento.
Antes que campeonatos, entonces, más sensato es recuperar un estilo, un nosotros clausurado, una vuelta a los núcleos de identificación. Los títulos, Gallego o Francescoli, son complementos de una trama fallida y plagada de ausencias. Con idéntico final al que conocemos aunque con la incógnita de saber si habrá nuevos récord por superar. ¿El descenso? ¿La quiebra? No exageremos, para eso están las actuaciones futbolísticas de River en la última década.

Hijos de re mil puta

miércoles, abril 22, 2009

La T, la B; la G (Gloria)


El anteúltimo gran clásico del primer semestre lo disputarán el martes (?)Talleres y Belgrano. Duelo caliente, definitorio, que paraliza a la provincia mediterránea. La gran expectativa por el encuentro, además de la lógica rivalidad, descansa en una serie de aspectos que vale la pena puntualizar.
Por un lado, la ubicación de ambos en la tabla: tanto piratas como tallarines pelean por un futuro deportivo más grato en este torneo. Con motivaciones distintas, claro, teniendo en cuenta que media un abismo entre la Primera División y el Argentino A. El Argentino A, vale decir, es territorio del fútbol postergado, del desarraigo inevitable, de los parajes destemplados, de las noticias sin cobertura. Más todavía: unitariamente como está pensado este país, perder la categoría en la B Nacional implica consumar dos descensos simultáneos. La B metro, pese a Flandrias, Brownes de Adrogué y Tristanes Suárez, parece cotizar distinto en el mapa de campeonatos organizados por la AFA.
Sigamos. El encuentro se jugará en la Boutique -nombre curioso si los hay- sito en el barrio Jardín de la capital cordobesa. Una decisión que indudablemente favorece al local. A próposito, y de buena fuente, transcribo lo siguiente: "los equipos más favorecidos del fútbol argentino no son Boca ni River ni Arsenal: primero, Talleres. Segundo: Italiano". Existen antecedentes que prueban la importancia de ese estadio para la T. En 1991, la gran campaña en Primera División se cimentó en aquel reducto jubiloso y de capacidad limitada.
Otro ingrediente relevante del clásico es el historial, uno de los más parejos de nuestro fútbol (130 veces ganó Belgrano, 129 Talleres y empataron en 123 ocasiones). Se trata de un aspecto importante en la consideración de los hinchas, ya que un solo encuentro, apenas uno solo, delimita el "hijos nuestros" entre una y otra tribuna. Contrariamente a otros duelos tradicionales, y pensando en en los hinchas celestes, aquí sí los empates se festejan sin culpas.
Por último, un dato más referido al fútbol cordobés, hoy sin representantes en primera desde el descenso de Belgrano 2007. Tras el partido entre los dos grandes de la ciudad, se viene otro importante derby entre Instituto, tercero en discordia, y Talleres. Allí también estará en juego el futuro deportivo de la provincia, futbolísticamente hablando; engrosar la lista de ilustres en el Argentino A o reencontrar las luces de la Primera División.
En la víspera de sendos duelos, creemos que Talleres corre con ventaja. Algunos recuerdan, con perspicaz agudeza, que la AFA pretende cancelar una vieja deuda con los de camiseta azul a rayas. El tercer puesto de aquel equipo fantástico que intregaban, entre otros, Víctor Piriz Alvez, Aldo Osorio y Diego Garay no merecía promoción y el consecuente descenso.

jueves, abril 16, 2009

El sueño de Tigre


Prueba de su crecimiento deportivo e institucional, amén del sostenido apoyo del municipio, Tigre palpita en las últimas diez fechas la consumación de un suceso histórico: jugar por primera vez un torneo internacional. Sorprenden, ciertamente, los logros acumulados por el club de Victoria en el último lapso. Saltó dos categorías en dos años, le ganó a todos los grandes con autoridad (algunos fueron goleados, entre ellos Racing en este Clausura y River en el Apertura 07), y quedó en la puerta de obtener un título local en dos oportunidades. Demasiadas conquistas para una entidad postergada en las dos últimas dos décadas y sumida en graves problemas económicos tras su descenso en 2002 junto a Platense y Central Córdoba, entre otros.
La actualidad del Matador, desde una mirada abarcativa y menos puntillosa, contiene fundados motivos para ilusionarse. Este año su campaña no es buena, es cierto, aunque suenan exageradas las reflexiones del propio plantel, luego matizadas por su director técnico. ¿Qué dijeron los players? "No entrar a una copa es un fracaso". Parece desmedido.
El entrenador, respetado por el club y respetuoso él de los convenios firmados, optó por algo más sencillo ante la corriente exitista de estos tiempos crispados. "Fracaso es no jugar bien". Porque Cagna sabe que de ese modo, fiel a un estilo que mantuvo al equipo en la cima, Tigre participará de las competencias internacionales en ésta o las próximas temporadas.
Con un fuerte arraigo popular en la zona norte del gran Buenos Aires, con los apoyos ya consignados y con las cualidades exhibidas por un grupo de hombres que conocen de esfuerzos y adversidades, el Matador viene cumpliendo metas en tiempo récord producto de la paciencia y la continuidad de proyectos. De momento, algunos hinchas valoran lo realizado y detectan las premisas que permiten amontonar éxitos y copiosos elogios. Una bandera ubicada en las nutrida tribuna local así lo sugiere: "Chino Luna, sacrificio y humildad".

martes, abril 14, 2009

Chacarita, de vuelta


Entre las inéditas, sorprendentes e incesantes imágenes que entrega el fútbol argentino (reflexionábamos ayer sobre la actualidad de San Lorenzo y enseguida apareció Mostaza, referente de la renuncia categórica, especialista en desilusionar a los propios y alegrar a los ajenos porque -hay que decirlo sin vueltas- Mostaza abandonó, señores), nos permitimos una pequeña nota al pie para hablar de Chacarita, puntero cómodo de la B Nacional, sexto grande para algunos entendidos, eterno clásico de Atlanta según otros. Un equipo que concita la atención del ambiente futbolero, ya sea por por historia (campeonazo en 1969) o por algunas noticias que repercutirán en breve (una cancha de primera, superior a la de varios equipos de la A).
Lo cierto es que el tricolor saborea el ascenso tras cuatro tortuosas temporadas en la federalísima B Nacional. Sus 55 puntos en 28 partidos testimonian superioridad sobre el resto y jerarquía de plantel. ¿Qué tiene Chacarita? Por empezar, una delantera temible. Patricio Toledo y Matías Alustiza garantizan gol y colaboran como lo hacen pocos atacantes en la elaboración del juego. A lo que se añaden, además, otros valores que inciden para triunfar en las categoría de ascenso como el trabajo sostenido, la capacidad para sortear adversidades y el compromiso con la camiseta. Precisamente: Alustiza y Toledo quieren a Chacarita y se nota.
Sin embargo, cabe reconocer los aportes del resto. Elegimos tres aunque siempre habrá matices en la opinión de cada observador. El arquero Tauber y los mediocampistas Dolci y Vismara ofrecen ese plus que exige un equipo con aspiraciones. Los tres, actualmente, resultan vitales para ir con confianza a jugar de visitante, aspecto clave en esta divisional. Por último, al técnico Ricardo Zielinski -ex jugador de Chacarita- le cabe el mérito de haber proyectado un esquema agresivo para lograr los objetivos.
Pero no nos apuremos. Aún restan varias fechas, mucho Interior expectante y definitorios duelos por venir. Por lo pronto, Chacarita tiene argumentos suficientes para reestrenar su estadio en Primera División con un ascenso.

lunes, abril 13, 2009

Esos estúpidos que gritan


¿Son exagerados los hinchas de Casla al manifestar semejante odio a los suyos? ¿Responden por ellos mismos o responden en nombre de los comunicadores del "ganar sí o sí"? El masivo repudio ante un presente indeseado, de todos modos, no es nuevo en Boedo. Ya en tiempos del "Turco" Alul, "Topolino" Riquelme y el Coloccini calvo la hinchada santa se destacaba por exhibir desmesuradas muestras de reprobación frente al presente de su club. Eso sí: tal vez las conductas eran más ingeniosas, menos violentas, más folclóricas. Los hinchas del cuervo, en consecuencia, siempre fueron distinguidos por el ambiente futbolero a raíz de esas cualidades creativas, patentadas en cantitos tribuneros e ironías de distinto tipo.
Sin embargo, la actualidad no deja margen para originalidades y los esquivos resultados en 2009 trastocaron ese horizonte europeo que soñó Tinelli con el Indiecito Solari como líder del "Dream Boedo" y un plantel trajeado, sumiso, manejable, "que nos va a dar muchas alegrías a los hinchas de San Lorenzo". Porque Tinelli enfatiza, mediante apelaciones a la infancia, Francisco, el lenguaje y el habla del tablón, su condición de hincha genuino en oposición a la de empresario voraz. Para los hinchas, no caben dudas, implica un (falso) reaseguro a la crisis, el desamparo, recuerdos de góndolas, penales en contra y sábados en Vélez. Al cabo, lo que sugiere todo mecenazgo en general y el mecenas en particular.
La estrategia, hay que reconocerlo, funcionó. El conductor televisivo no fue el blanco prinicipal escogido por los simpatizantes. Un sector de la prensa, el día posterior a la derrota en México, se encargó de resaltar todos los esfuerzos del grupo inversor, la tristeza de Marcelo y cargó contra el rendimiento de los jugadores. Paréntisis urgente, por favor. En un gesto hipócrita mayúsculo, los periodistas del monopolio primero señalaron a los jugadores que derraparon en México, luego criticaron a los hinchas que insultaron a esos mismos jugadores, más tarde editorializaron sobre la irracionalidad del público.
Retomando: Tinelli no sufrió grandes embates como sí debieron soportarlos otros representantes del club. Un club dañado que deberá remontar una compleja situación financiera y deberá convocar con una política deportiva renovada a simpatizantes enfurecidos, los cuales también les cabe aprender de una buena vez la lección.
Los costos de los gerenciamientos (cubiertos o encubiertos) suelen ser devastadores. El ambiente de San Lorenzo le creyó a Tinelli y hoy paga con creces ese vínculo sustentado en contratos millonarios, departamento de marketing y el promocionado salto de calidad. Hoy la marca San Lorenzo no existe y el fútbol argentino podría sacar provechosas conclusiones de este fracaso cimentado en un mecenas reparador de la historia.
Lo que queda, mientras tanto, es una institución tradicional, muy popular, cuya grandeza no depende de nadie. O sí. Cuando el gerenciador se va, cuando la empresa dimite, cuando los representantes abandonan, del otro lado, siempre habrá hinchas para defender sus colores y rescatar al club del oscuro desván en el que se encuentra arrumbado. San Lorenzo no será la excepción.

jueves, abril 09, 2009

Russo y las reglas


Miguel Russo no parece moldeado para este fútbol donde predominan instintos caníbales. No es el único, claro. Ese perfil medido, lejos de las luminarias mediáticas, presumiblemente afectará a otros hombres que cultivan una imagen semejante. Casualmente o no: aquellos que suelen minimizar con dignidad e inteligencia el rol protagónico asignado en la trama. Ahora que la impaciencia gobierna a los hinchas, ahora que se proyectan "contratos por partido", ahora que los logros de un equipo son individuales ("gané en todos lados"), justo es reconocer a ese hombre que se va en silencio, sin bravatas ni discursos exculpatorios, dolido por un fracaso deportivo inesperado.
Cabe, eso sí, aceptar las reglas del juego. Que no son justas ni hechas para tímidos Todos, previamente, conocen los rigores a los cuales se someten ni bien aceptan entrenar en el fútbol argentino. Es así. Acaso los campeonatos largos, una refundación en el orden local, invaliden este inciso no aclarado en el reglamento. Mientras tanto, nos pasa frecuentemente, creemos que los entrenadores, mágicamente, alumbrarán el horizonte victorioso de nuestros clubes.
Los técnicos son importantes, verdad irrefutable. Pero para debatir ideas en torno al juego, gustos, maneras de jugar, disposiciones de los jugadores en la cancha. Muchos entrenadores enriquecieron la discusión futbolera cuando no había fútbol 24 horas, desde Adolfo Pedernera hasta el joven Bielsa allá por el 90.
Sus camisas fluo o rayadas, los semblantes para la cámara, el análisis de las declaraciones post-partido, revelan su opuesto y los debates productivos devienen en franca imbecilidad. En consecuencia, la partida de Russo -7º técnico en renunciar- y los que vendrán forman parte de las reglas del juego.
Con un matiz: esas reglas tienen preferencias con quienes alimentan -discursiva y gestualmente- el virtuosismo de los entrenadores.

lunes, abril 06, 2009

Salvemos al Fútbol

Comunicado de Sálvemos al Fútbol
fuente: www.salvemosalfutbol.com.ar

HINCHAS DEL FUTBOL ARGENTINO DE TODAS LAS CATEGORIAS NOS AUTOCONVOCAMOS EN LA PUERTA DE AFA -Viamonte 1366 CABA-
>
> POR NUESTRA IDENTIDAD - POR NUESTROS DERECHOS - POR NUESTRA DIGNIDAD
>
> Al cumplirse 30 años de la llegada de Julio Grondona a la presidencia de la AFA expresamos nuestro repudio.
>
> Nos cansamos que siga la misma persona al frente de la Asociación del Fútbol Argentino. Creemos que después de 30 años, no es democracia. Julio Humberto Grondona fue catapultado por integrantes de la Junta Militar en 1979, especialmente por el almirante Emilio Massera, contraalmirante Carlos Lacoste y el general Carlos Suárez Masson….
>
> Nos cansamos de que en el ascenso no haya hinchas visitantes.
>
> Nos cansamos que nos quiten un derecho a los ciudadanos cuando quienes tienen que trabajar en la prevención y seguridad para revertir esta medida no lo hagan. Nos cansamos que la AFA diga no al publico visitante del ascenso cuando ‘arreglan’ con los violentos (e involucrados en muertes en el futbol) para alentar a la Selección Nacional. Nos cansamos, que a quienes deberían aplicarles el derecho de admisión se les pague para alentar.
>
> Nos cansamos de que el futbol haya dejado de ser un deporte POPULAR.
>
> El precio elevado de las entradas hace que sea un deporte solo para unos pocos. Mientras tanto, los violentos no solo entran gratis sino que revenden entradas apañados por los dirigentes.
>
> Nos cansamos de medidas absurdas y mentirosas como la del 50 % del público visitante en la primera división. Queremos que se venda la totalidad de las localidades, tanto de local como de visitante.
>
> Nos cansamos de tener que comprar las entradas en días y horarios que nos obligan a tener que dejar nuestros trabajos para poder hacerlo. Tanto de local como visitante, queremos poder comprarlas en los estadios, previo al encuentro.
>
> Nos cansamos de que quieran matar nuestro folclore, nuestra tradición popular por excelencia en Argentina. Queremos recuperar la identidad perdida.
>
> Nos cansamos que nos mientan diciendo que luchan contra la violencia e inventen medidas que solo son negociados, cuyos costos imponen que lo paguemos los hinchas! ¡No al empadronamiento!
> Esta medida solo logra alejar a los hinchas de las canchas!
>
> ¡BASTA DEL FUTBOL POR TV!
>
> POR ESTO, Y POR LAS INNUMERABLES IRREGULARIDADES, COMPLICIDADES, Y CAPRICHOS DE GRONDONA EN ESTOS 30 AÑOS, NOS AUTOCONVOCAMOS EN ESTA MEGA MARCHA SIN DISTINCIÓN DE COLORES NI CATEGORIAS, POR LA RECUPERACIÓN DE LA VERDADERA IDENTIDAD DEL HINCHA ARGENTINO.
>
> LOS HINCHAS SOMOS EL CORAZÓN DEL FUTBOL ARGENTINO.SIN NUESTRO LATIDO EL FUTBOL MUERE! Y MERECEMOS SER ESCUCHADOS!
>
> ¡TU PRESENCIA ES SUMAMENTE IMPORTANTE! ¡VAMOS QUE PODEMOS!
>
> Los autoconvocados nos reunimos en www.sinhinchasnosejuega.com
>
> contacto de prensa: webmaster@sinhinchasnosejuega.com
>
> Agustín: 4771-4961
>
> AGRADECEMOS SU DIFUSIÓN

domingo, abril 05, 2009

El Sistema


El arbitraje argentino, aclamado por los dirigentes sudamericanos, no ceja en producir semana a semana episodios bochornosos en el plano local. Las causas son múltiples y abarcan desde sus cuestionadas decisiones en el verded césped, las implacables imágenes televisivas y el consecuente desfile de opinadores que objetan su rendimiento, hasta el sistema que los engendra. Hace 20 días, el ex internacional Horacio Elizondo -hoy al frente de la Dirección de Formación Arbitral, una entidad sin voz ni voto para la designación de los jueces, patrimonio éste del Colegio de Arbitros presidido por Jorge Romo- señaló con enojo: "El nivel no es malo pero podría ser infinitamente mejor sin ninguna duda. Los árbitros ganan muy bien. Falta preparación y faltan hacer cambios (...) La crisis de valores en esta sociedad no escapa a la dirigencia". Nótese que "esa crisis de valores" pronunciado por Elizondo en otro tramo de la entrevista sugiere comportamientos, personalidades, compromisos -escasos- con la ética y la justicia.
Elegimos dos ejemplos de este fin de semana. El sábado, en el match entre All Boys-Ferro por la B Nacional, Alejandro Toia no solo dirigió muy mal, también mostró un ensañamiento atípico con los protagonistas. Luego de discutir acaloradamente con el kinesiólogo del albo y de desafiarlo a pelear mano a mano en el vestuario, rechazó las disculpas del especialista finalizado el partido y fue por la heroica: quiso trompearlo en los camarines. Una joyita. Pero Toia seguirá dirigiendo el próximo fin de semana (informaremos al respecto).
Hay más. En el preliminar entre Estudiantes y Gelp, Mauro Dobler, arquero pincha, desde hace algunos partidos venía jugando en tercera con un certificado provisorio a raíz de haber extraviado su DNI. Federico Beligoy, probablemente aconsejado por colegas, le negó participar del clásico sin ningún tipo de consideración. Poco importó al árbitro el trabajo del jugador, especialmente si se considera que el clásico es la cita más importante que puede tener un arquero de reserva. Enseguida, los comentarios de siempre: "Dobler sabía de ésta situación".
El reglamento, claro, es inflexible. Abonar a un clima de crispación, legitimarlo con bravuconadas y crueldades, no parece preocupar a dirigentes y árbitros. El sistema, inequitativo por obra y gracia del treintañero Don Julio, contempla el cumplimiento con sus superiores pero olvida el cumplimiento con los valores, la ética y la auténtica justicia. Fieles obedientes honran todas las semanas a esta organización que perdona, castiga y excluye cuando no corresponde.

jueves, abril 02, 2009

No quiero, no puedo, no debo




Me cuesta mucho, muchísimo, hacer el ejercicio pro defensa del "Diego", como hace EP y, reconozco, gran cantidad de gente. Casi que no puedo, no quiero y hasta no debo. Y no se trata de entrar en polémicas del tipo, a quien hacemos responsable de la media docena y el papelón histórico de ayer? Los jugadores son los que estuvieron flojísimos dice el post, verdad casi tautológica hasta para el que solo vio los goles.Tampoco se trata de desasnar al otro sobre una vieja dicotomía, la elección entre el presente que puede seguir dando satisfacciones (Riquelme) y un pasado que ya las dio (Maradona). Esto, en definitiva, no deja de estar vinculado a decisiones, discutibles, pero ligadas a la convicción de cada uno. Esas decisiones, obviamente, se vinculan necesariamente con la edad de los que miran fútbol. Nos pasó a nosotros, hoy ya treintañeros, cuando gritamos por el cinco o el diez de turno que nos deslumbró, y seguirá pasando. Maradona ya no patea la pelota, al menos no profesionalmente (hasta que el showbol tenga apertura y clausura), y muchos pibes que no lo vieron jugar serán hordas de detractores, y pedirán el "volvé Román". No es raro que eso suceda. Porque mal a Boca no le fue, y porque si fuera un jugar sin sangre, no hubiese llevado al Club adonde está.
No quiero hacer defensa de "Diego", para eso están muchos que así lo sienten de verdad. Yo quiero que le vaya bien a la camiseta de la foto, sin propiedad privada ni exclusividad. En un gesto de sinceridad, ese sentir no puedo desvincularlo del amor más extenso y mayor, que es el que le tengo a mi club. Y desde el amor a la camiseta de la banda en pecho, no puedo más que sentir cierto desapego a la figura que genera Maradona. Sobrados son los motivos y redunda exponerlos. Aunque haya hecho con la pelota lo que ningún otro hizo sobre esta tierra.
Mis respetos a quien no coincida.

JS

Contrapunto


Leo el artículo de Ernesto, publicado en este sitio y titulado "Diego Armando Maradona", y siento la necesidad de aportar otro punto de vista no necesariamente porque discrepa con sus argumentos. Al contrario, comparto el espíritu del artículo porque denuncia un estado de época, describe con agudeza la trama de intereses en torno a Maradona, Riquelme y el Seleccionado y castiga el exitismo que corroe al deporte. Sin embargo, advierto que, esta vez, no alcanzo a distinguir entre "un nosotros" y "un ellos" reconocible. Todo está muy confuso en la Argentina.
En principio, una confesión: no soy hincha de la Selección. No me conmueve este cuerpo técnico, su dirigencia, su público mediocre que hoy canta "esta barra buyangera (sic)" y mañana pide fusilar ciudadanos, las narraciones de la patria que se despliegan detrás del fútbol. Tampoco me hace feliz gritar los goles que festejan Coca Cola, Quilmes, Movistar, TyC Sports, y todas las multinacionales y grupos económicos. Seguramente es una simplificación, una amarga manera de ceder cosas nuestras, una crítica que podría extenderse a los clubes, pero concédanme sentirlo así. Los clubes, además, son otro tipo de referencias que se ligan a afectos primarios y donde sus socios, salvo excepciones, deciden qué destino quieren para su entidad. Un ejemplo: en Lanús, la asamblea de socios resolvió que para avalar la figura del gerenciamiento deberán convocar a una nueva asamblea si es que aparece algún iluminado -o mecenas salvador- que desembarque en la institución.
Hay, no obstante, otras cosas más importantes a puntualizar. Que trascienden las simpatías o el vínculo que cada uno tenga con la selección. Digamoslo sin titubeos: nada bueno para el fútbol, nada genuino, nada edificante, puede engendrar una organización contaminada desde su raíz. Los Grondona, los Deluca, Carlos Bilardo, el monopolio mediático -que, no olvidemos, desoyó el reclamo mayoritario por Carlos Bianchi y promocionó a Maradona hasta el hartazgo- son auténticos responsables del colapso que vive el fútbol argentino y que se manifiesta en diversas formas. La selección es apenas un emergente, anecdótico podríamos decir. La violencia endémica, el mensaje de ganar como sea, los negociados infames, las coberturas intencionadas forman parte de un mismo combo de situaciones que lesionan a este juego maravilloso.
Difícil desear que triunfe el mal y difícil no emocionarse con un Maradona que insiste como rémora de un tiempo venturoso. Por eso los dos polos se confunden y las contradicciones abruman.
El fútbol argentino merece una refundación. Riquelme, Maradona son la resultante de una misma serie. Los auténticos responsables, curiosamente o no, conservan su impoluta investidura.

Diego Armando Maradona




Qué decir, fue una paliza histórica. No hay altura que valga, Maradona se equivocó en todo y es el máximo responsable de la derrota. Los jugadores estuvieron flojísimos, el partido de Messi fue desastroso, el de Tévez también y de no ser por Carrizo el partido terminaba con una goleada aun peor. Pero. ¿Qué derecho les da a algunos para ya andar pidiendo la cabeza del técnico? ¿Quiénes son los detractores de Maradona?

En principio, identificables sin mayor estudio antropológico, son la mayoría de hinchas de Boca, me animaría a decir, los que nacieron luego de 1986. La bandera de Riquelme, en definitiva es la bandera del macrismo, el que cambió la personalidad xeneize a base de eficientismo exitoso, es aquella que se levanta frente a la de Maradona. En definitiva, uno podría pensar que se trata de chicos de 20 años, que no tienen idea de lo que hizo Maradona por la Selección. No lo vieron jugar en plenitud, eso les juega en contra. Román es una especie de ídolo contemporáneo y lo contemporáneo es cada vez más exiguo. No exige, lo actual tiene la consistencia del cuarto de hora. La gente, por ejemplo se olvida de Crespo y Fabbiani con nada ya ocupa ese lugar. La necesidad de ubicar a alguien en un lugar altivo exige la más mínima demostración de algo. Por eso, se equipara a Riquelme con Maradona. Porque un par de buenos años con su club, acompañado de toda una parafernalia mediática interesada - el mayor consumidor de la mediatez futbolística es el público joven - llevan a que un presente con cierto destaque ningunee un pasado de gloria.

Lo curioso de esto es que se dice: "Volvé Riquelme". Siendo que el jugador que se fuera por su mamá en su momento ahora se fue él por otro motivo. A Riquelme no lo echó nadie, se fue solito. No compartía los códigos. Curioso también es que se diga "faltó alguien que tuviera la pelota". Siendo que Riquelme, con condiciones meteorológicas desfavorables desaparece del partido. Si llueve mucho no juega, si hace frío no juega, si hay mucho sol está en la sombra. Imaginarlo en la altura - en La Paz no jugó nunca - da pavor.

Otro detractor de Riquelme es el periodismo interesado. Que es mucho. Es el pro bidonista que espera agazapado estos traspiés. Y si hay humillación, peor. No hay que recordar demasiado toda la opereta que llevó a Maradona como técnico de la selección. Teniendo en cuenta su personalidad endeble confiaron en que Diego se mandara cualquier cagada para tener la vía libre de Bilardo al frente. Pero Maradona se plantó y les arruinó la jugarreta. Por eso hay que apoyar a Maradona entre otras cosas. Porque lo trataron de boludo y contestó, porque no se dejó avasallar por el multimedio.

La derrota duele, claro. Y el máximo responsable es el entrenador. Pero aquellos que piden la vuelta del renunciado Riquelme agreden con saña al fútbol argentino. A mí me interesa que a Diego le vaya bien. Imaginarlo salir campeón del mundo como técnico es un ejercicio honesto de admiración. Si sucede eso habría que retirarse, sería como dar vuelta el jueguito, hacer un partido homenaje en cancha de River y retirar la camiseta 10 para siempre y dedicar nuestra pasión en otro deporte. Otro deporte que podría ser abandonar la práctica del autoflagelo de los argentinos. Educarnos, pensar, construir.

Ah, la 10 que habría que retirar, y se los digo a los chicos, es la de Diego Armando Maradona. Ninguna otra.

Posteó: Ernesto