Con el estreno de Alberto Pascutti como entrenador, Platense rescató un valioso punto ante San Martín de Tucumán, el gran candidato al título de la temporada 2009-2010, que permite renovar expectativas en el Calamar tras un inicio complicado en el certamen (había sumado apenas 6 unidades, con una victoria, tres empates y cuatro derrotas). Si bien el juego resultó favorable al equipo de Saavedra -estuvo dos goles arriba a solo 15 minutos del final- el empate no es un mal resultado si se considera la envergadura del rival, la dimensión del escenario (casi 20 mil personas en las gradas, un verdadero clásico tucumano) y los serios los problemas internos que acarrea la entidad marrón en el plano institucional.
¿Qué cambió con Pascutti? Principalmente la motivación. Más ordenado tácticamente y con espíritu de pelear el partido en un cancha compleja, Platense golpeó en los momentos justos y mantuvo un nivel parejo durante los 90 minutos pese a algunas desconcentraciones heredadas del ciclo precedente. En ese línea de análisis, cabe destacar la performance de su joven figura, Emanuel Romero, quien aporta desequilibrio en los tramos finales y tiene gol, un déficit del equipo luego de la partida de Facundo Diz. Acaso Diego Ceballos, si logra atemperar su ímpetu, pueda ser un buen complemento de Romero y el reemplazante natural al ex Tigre y All Boys. Otra pieza clave del esquema delineado por el Beto fue Marcelo Scatolaro, un número cinco siempre bien ubicado y sostén anímico del cuadro calamar, que impuso su jerarquía en el juego y tuvo inteligencia para estructurar el mediocampo ante la avanzada ciruja.
Es cierto que no alcanzó. Pero no debe olvidarse, como decíamos anteriormente, que Tucumán es una de las plazas más difíciles de la competencia (las otras son San Juan y Córdoba) y, consecuentemente, un partido sindicado como "perdible" a la hora de analizar el fixture. Por tanto, fue buena, o muy buena, la presentación de Platense en el norte argentino porque el equipo demostró tener recursos para mejorar su juego y trepar en la tabla. Y porque lo tiene a Pascutti, nombre fundamental del ascenso como Caruso Lombardi, en el banco. Con Pascutti vayamos olvidándonos de esos equipos que juegan a reglamento, descafeinados y blanco de insultos, definitivamente no aptos para esta categoría.
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