miércoles, febrero 24, 2010

B NACIONAL // Repuestos Gloria


Hablamos en distintas oportunidades sobre Unión de Santa Fe, San Martín de San Juan y Quilmes como grandes candidatos al ascenso en el marco de un torneo pródigo en oportunidades y circunstancias para subir. Pero omitimos, posiblemente debido al fragor de los acontecimientos y una tendencia cuestionable de mirar solo la cumbre de nuestro fútbol, a Instituto de Córdoba, la gloria del fútbol argentino según su reconocido mote, representante de una provincia mediterránea que desde hace una década no presentaba ningún equipo regional en Primera División.


Y es menester referirse a La Gloria porque se exhibe fuerte, consolidado en todas sus líneas y unido desde las famosas tres patas para conseguir el objetivo anhelado por sus hinchas tras su descenso en 2006. Lo avalan, por citar algunas virtudes, una defensa rabiosa y, por momentos impenetrable, liderada por Iván Furios y el arquero Jorge Carranza cuyos números son elocuentes: recibió apenas 14 goles en 23 partidos, obviamente la valla menos vencida en el campeonato. Aunque en ofensiva cuenta con recursos interesantes y eficaces en un cuarteto -curiosamente- constituido por Ezequiel Lazaro, Martín Zapata (uno de los mejores jugadores de la temporada), Silvio Romero y Leandro Zárate, piezas claves de un plantel que exprime con inteligencia su recambio y es consciente de las reservas institucionales de una entidad tradicional y con historia. Con esas fortalezas, entre las cuales también sobresale y mucho la observación estudiosa y el trabajo riguroso del entrenador Marcelo Bonetto, se ubica hoy en ascenso directo y envalentonado para conseguir algo más que reposar cómodamente en la segunda plaza que entrega un boleto a la A.


Claro que la B Nacional, en esta segunda etapa, presenta complicaciones a raíz de las presiones inevitables (la Gloria se quedó a un paso, el torneo pasado, de disputar una promoción que finalmente jugó uno de sus encumbrados coterráneos, Belgrano) y los cuadros comprometidos con el descenso, necesitados de puntos ante la inminencia del final. Pero no parecen, de todos modos, confluir factores adversos o gravitantes -por caso el fixture o situaciones internas- que impidan la permanencia de Instituto entre los cuatro primeros de aquí hasta el final. Descartados, en apariencia, All Boys (por decisión propia e impericia en su conducción) y Atlético Rafaela (por estigmas díficiles de superar), la disputa por las plazas privilegiadas parecería reducirse a seis equipos: San Martín, Unión, Instituto, Quilmes y otros dos experimentados y de temer para el resto: Olimpo, que desde hace rato salió del descenso, y Belgrano, ánimicamente renovado tras la llegada del histórico Jorge Guyón al cargo de director técnico.


La Gloria, protagonista que fue de menor a mayor en la temporada y equipo con pergaminos, quizás sea el que mejor perfile un andar sólido en la recta final, con el propósito de volver a la máxima categoría y, si se puede, escribir su tercera estrella en algunos de sus siempre requeridos y disponibles repuestos.

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