viernes, septiembre 18, 2009

Toritos


Jugadas cinco fechas de la B Metro, Nueva Chicago ilusiona nuevamente a su nutrida masa de seguidores tras algunos desencuentros deportivos en los últimos años. Cuatro victorias, tres de ellas ante competidores directos (Morón, Almagro y Los Andes)y espiritú de conjunto para imponer su nombre en la divisional, alimentan la esperanza de un rápido retorno al Nacional B.
Entre las claves del resurgimiento verdinegro cabe señalar la aparición de una promisoria camada de futbolitas formados en el club, decisión pergeñada por Ariel Melián (ex entrenador), y la llegada de Leonardo Ramos, técnico que parecería haber comprendido la envergadura y las obligaciones del club. "La idea es amalgamar un grupo que jamás se dé por vencido", dijo Ramos, toda una declaración de principios que conecta con el ADN de Mataderos.
No obstante, varios desafíos deberá enfrentar Chicago para concretar su vuelta al Nacional en 2010. Por empezar, revalidar su condición de favorito en un maratónico y extenuante torneo de 42 fechas cuyas posibilidades de éxito son limitadas: salir primero o clasificar entre los primeros cuatro para disputar, en desventaja, una eventual promoción. Otro escollo que conviene no minimizar es la historia futbolística de sus actuales rivales. Atlanta, Temperley, Los Andes, Deportivo Morón, Almirante Brown, Sarmiento y Defensores de Belgrano -en ese orden- también cargan con presiones similares a las del Torito y nada hace suponer que abandonen prematuramente la competencia.
Y si hablamos de presiones, un elemento adicional a considerar es la visibilidad adquirida por Chicago en el último lustro. Mejor considerado por el ambiente futbolero a partir de algunos logros, el cuadro de Mataderos creció en la observación de propios y extraños: ascendió a Primera dos veces, le ganó a algunos clubes grandes, aumentó su convocatoria, reformó su estadio y cree fervientemente en un deshistorizado clásico con Vélez. Demasiados cambios en poco tiempo, en suma, para permitirse defeccionar.
Con todo, resulta justificado el entusiasmo del público. Al auspicioso inicio del torneo en materia de resultados, se añaden la valla invicta del arquero Agustín Gómez, la sobriedad defensiva de Facundo Talín, los aportes del los mediocampistas
Damián Lemos y Gastón Ervitti, la amenaza de gol que representa Leonardo Carboni y, sobre todo, el plan estratégico diseñado por el deté Ramos.
Razones suficientes, al cabo, para soñar con el ansiado regreso, como exige la historia. Acompañado por multitudes, entre los cuales revistan trabajadores de frigoríficos y albaniles que levantan paredes, Chicago, el viejo y legendario Torito, tiene fuerza de sobra para enorgullecer al barrio. Una vez más.

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