sábado, septiembre 12, 2009
Canalladas
Es cierto que cuatro partidos no alcanzan para distinguir a un candidato. Por la paridad del fútbol argentino y por los vaivenes lógicos en el rendimiento de los equipos durante la competencia. Pero hablamos de torneos cortos donde cobran singular trascendencia las rachas, los ánimos colectivos y los fixtures confeccionados entre sombras. En ese marco, Rosario Central emerge como un serio aspirante a disputar el título tras un inicio impensado, con puntaje ideal en los números y victorias trabajosas aunque merecidas.
Sostienen al canalla un grupo de pibes formados en el club, el liderazgo de Jesús Méndez y el respaldo de una hinchada seguidora como pocas.Con esas armas, algunos logros actuales dan cuenta de la renovación en el Canalla modelo Cuffaro. Se ubicó a dos puntos de Racing en la tabla de los promedios (llegó a estar 9 puntos debajo de la otra Academia en la temporada anterior), fortaleció una localía hecha para clubes y no para selecciones, y parecería haber dejado atrás la dependencia futbolística-emocional con Cristián González, ídolo de la institución.
Teniendo en cuenta el fixture del cual hablamos al comienzo, Central ya sorteó exitosamente a dos grandes (Racing y River), tiene ahora dos compromisos como local (Banfield y Colón) y recien enfrentará a Estudiantes, último campeón de la LIbertadores, y Vélez, flamante ganador del Apertura, en las dos últimas fechas. Alguien preguntó por Ñuls, el otro rosarino groso, obstáculo histórico para desatar festejos anticipados. El clásico se jugará en la fecha 15 y es pertinente mirar en retrospectiva. La última victoria data de 2007 cuando un paupérrimo equipo dirigido por Carlos Ischia ganó el partido y precipitó la salida de Pomelo Marini. Casualmente o no, los sobrevivientes de aquel triunfo fueron Kily González, hoy en San Lorenzo, y Gervasio Nuñez, pieza clave del cuffarismo que persigue un sueño.
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