sábado, septiembre 05, 2009

Patrias


La bielsamanía es así: irracional, desproporcionada, fascinante, sujeta a cambios repentinos o a adulaciones eternas. Su llegada a Chile, dicen, trastocó algo más que el deporte y produjo un verdadero suceso. Pocos logran penetrar culturalmente en una sociedad fracturada por coyunturas pasadas que resuenan en el presente.

No tuvo la misma dicha en Argentina donde las opiniones, los prestigios y los proyectos fluctúan con inusitada velocidad. En Chile Bielsa es un indiscutido. Personaje venerado por su conocida honestidad, personaje lleno de conceptos que los chilenos aprendieron tras exposiciones brillantes, personaje enemistado con una patria que lo adoptó, lo enjuició, lo ridiculizó, lo desfiguró y luego lo expulsó sin proponérselo.

Tardía o tempranamente reconocido, Bielsa no es ni será un técnico más. Para bien o para mal, su nombre sugiere adentrarse en el pensamiento intrincado de un hombre estudioso que revela en su discurso muchas cosas, entre ellas el malestar de una sociedad. Conviene interrogarse, claro, si lo perdurable será el personaje controvertido o las ideas en conflicto, los gestos exagerados del protagonista o las tensiones de una época.

La unanimidad en el elogio, huelga recordar, está íntimamente ligada a los resultados deportivos de la Roja, segunda en la tabla general de las eliminatorias sudamericanas en el marco de una campaña histórica. A esta altura parece redundante señalar que exitismo campea en todos lados, si bien un importante comunicador chileno explica, con buenos argumentos, que en Argentina predomina la impaciencia y el exceso.

Podemos intuir que en Chile ocurre algo similar si revisamos titulares y portadas de diarios. Allí hay también hay una prensa que selecciona, compacta y direcciona los signos. Por ejemplo, la "Bielsamanía desatada" que ofrece el periódico La Tercera en su sitio web. En una viñeta puede verse un video que incluye testimonios sobre la selección, presentado mediante un sobreimpreso explícito: "El rosarino es el centro de todas las miradas. Políticos, jugadores y aficionados realzan la labor del técnico que tiene a Chile punto de clasificar a Sudáfrica 2010". O la foto de tapa que ilustra una revista del diario Las últimas noticias, donde se subraya la pasión futbolera de la presidente Bachelet. Nota imposible, vale consignar, con Chile hundido en la tabla y, consecuentemente, Bielsa discutido por las cifras del contrato millonario firmado con la ANFP.

Coberturas al margen -lógicas, además-, Bielsa es hoy la personalidad más creíble de Chile, según un estudio de mercado de ese país. Y tal vez no debería sorprender a nadie. Eso sí: pese a la caricatura y la máscara, pese a las derrotas y las controversias, para muchos seguirá siendo creíble. En todas las patrias de la patria.

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