sábado, agosto 27, 2005

Polémica

a-che, ¿pero el fútbol no es un juego vistoso? Y sino lo es, entonces qué es? Si hay algo que es indescernible para el ojo común, muchas gracias, pero me enriquezco más con el último tratado de Julia Kristeva. No hagamos el fútbol más complicado de lo que es: deconstruyamos los discursos sobre el juego, no el juego.
b-Los goles de pelota parada, son un recurso válido. Pero insisto: lo que vale es juzgar la propuesta. Y Basile, por suerte, no es ni Falcioni, ni Alfaro, ni Bianco ni Burruchaga, ni el Cai Aimar.
c-Volver a las fuentes es recuperar un estilo, que existe, que vive, que perdura y se acopla al fútbol de época. No como nostalgia redentora, sino como pasado que debemos defender. Lo "moderno", como las modas, pasan de largo, mueren y vuelven a nacer. Pero nunca son idénticas y se sostienen en el tiempo. Pasará Bielsa, llegará otro innovador que traerá tácticas geniales aunque imperceptibles, y luego el ciclo se irá renovando con distintos nombres.
d-Por eso, pasado el nuevo furor, el fútbol necesita volver a Menotti, a Cappa, a Zof, a Basile o a sus nuevos discípulos, porque no, Martino, Gorosito, Ramón Díaz, Eduardo Anzarda. Que tal vez mejoren aspectos de la vieja escuela pero que, en el fondo, no se apartarán de ella: el concepto (a qué se juega) siempre es anterior al orden y la táctica a emplear. La ecuación es simple: la mejor táctica pierde por goleada ante la inspiración. Prefiero, aunque a veces no nos salga, el desorden al orden. Después de todo y así como nuestro prode doméstico, se trata de un jugar un juego. Tan sencillo y tan importante como eso.
P.P

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