lunes, septiembre 20, 2010

INDEPENDIENTE // ¿El proyecto? ganar ya


Previsiblemente, finalizó el proyecto futbolístico promovido por César Menotti y Julio Comparada en Independiente. Los magros resultados, la impaciencia endémica de cierto público, los errores del renunciado técnico Daniel Garnero aceleraron los tiempos y propiciaron este desenlace que apena, por cierto.
Es que se trata de un hecho que inevitablemente remite a los designios de una época donde perder no consta en ningún apartado de una planificación que apunte a perdurar. Todo es ya, todo es ahora, todo es maniqueo: ganadores que sirven, perdedores execrables.

Así, puede señalarse un error en el proyecto pergeñado por Menotti y companía: creer sin revisión en una apuesta para un fútbol sometido a las placas del éxito inmediato, desatendiendo los humores y las ciclotimias de un ambiente que no perdona rachas adversas ni innovaciones a largo plazo. No obstante, cabe evitar el señalamiento ceñido a los rigores del resultado para explicar los movimientos de última hora en el equipo rojo. Independiente realizó una política de compras y ventas que invariablemente repercutirían en el juego del equipo, lo cual suscita una reflexión más a fondo ya mencionada en este sitio: se trata de clubes con serios problemas económicos de arrastre, que no supieron ni pudieron remontar las apetencias/caprichos/intereses de determinados dirigentes, el sometimiento a los auténticos dueños del negocio y las lógicas variaciones de los objetivos deportivos trazados.



Sin plan alternativo, una marca registrada en la gestión Comparada hasta el anuncio del fallido proyecto, asoma nuevamente Américo Gallego como reemplazante de Garnero. Un regreso donde Gallego saca rédito en distintos planos: de continuar las caídas, el foco de los cuestionamientos recaerán en los jugadores y el presidente, como ocurre siempre con Américo, impermeable a las críticas en las derrotas y responsable directo en las victorias. De romper la sucesión de malos resultados, en cambio, el entrenador se posicionará como el gran salvador del club y algunos hinchas -renuentes a ejercitar la memoria tras el 3-4 ante Argentinos Juniors en La Paternal y otros efectos perniciosos- consagrarán su labor, le rendirán pleiteicías, acaso le den forma de certeza a las progresivas influencias de los técnicos. Basta con detenerse en el cambio de ánimo que atraviesa San Lorenzo.

Enigmas e interrogantes de un período en el cual el resultado define horizontes, proyectos y aptitudes de quienes ejecutan y toman decisiones. Lejos de la prudencia y la paciencia. Acaso con Gallego vuelvan las alegrías en Avellaneda. Pasó en su reciente paso en el club y en 2002, cuando condujo al equipo campeón. El torneo siguiente, vale recordar, Independiente sumó 3 puntos en 7 fechas. Los mismos que el hoy desdibujado Daniel Garnero al frente del equipo.

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