domingo, septiembre 26, 2010

ALL BOYS // Sur


Se presumía que la visita al sur bonaerense conlleva dificultades visibles para All Boys, Algunas de las causales: un rival ejemplar en variados órdenes aunque apremiado tras dos goleadas consecutivas, las intermitencias en el juego del equipo de José Romero y las ya apuntadas novedades que trae aparejada una categoría que el club de Floresta redescubre con sorpresa y con avidez, con intuición y con inseguridad, con temores propios e indismulable respeto de escenarios, tonalidades, contornos y exigencias desconocidas.

Así, con esas oscilaciones ligadas con aspectos psicológicos, no llama la atención que All Boys haya sumado apenas 1 punto sobre 12 posibles en condición de visitante. A lo que se agrega otro hecho que viene de arrastre: la nítida falta de ideas, aptitudes y reservas anímicas para revertir una desventaja  Son factores a tener en cuenta, de rápida atención por parte del cuerpo técnico, especialmente porque cada visita en Primera División requiere encararla con seriedad y temple, pero también afirmado en las cualidades futbolísticas que tiene este equipo, y que son muchas, si bien parecería envolverlo/paralizarlo las distintas condiciones del entorno. Y algo más importante: un conformismo ceñido a quedar cómodamente instalado en un lugar previsible, como si no estuviera preparado para trascender a otros estados de ánimo que le reportara algo posible, inesperado hace un par de años, pero probable según su historia larga, su identidad y los pasos vertiginosos de un recorrido exitoso que lo sitúa en el tiempo de las grandes definiciones: arriesgarse, bancarse, habituarse, a estar cada día un poco mejor.



Claro que en el fútbol de hoy las contradicciones, las irregularidades y las urgencias provocan realineamientos y percepciones cambiantes, apenas con una semana de diferencia. No es fácil de explicar, en lo que atañe al juego, cómo un equipo que tuvo un rendimiento sólido y destacado ante uno de las mejores formaciones del país, haya mutado en un híbrido sin ambiciones ni respuestas ni orgullos para remontar un partido cuyo trámite le entregaba opciones de prevalecer. Influyeron, por supuesto, algunos imprevistos como la lesión de Cristian Vella y el gol de Lanús sobre el epílogo de la primera etapa. Sin embargo All Boys jugó el encuentro al tranquito, con llamativa pasividad y otra vez abrumado luego de verse obligado a procurar la igualdad, revelando incluso flaquezas defensivas y descompensaciones en todas sus líneas que podían haber ampliado el marcador en favor del cuadro granate.

En consecuencia, perdió bien el cuadro de Romero, quien quedó comprensiblemente disconforme con el nivel de juego de su equipo aunque, como ya se dijo, insiste con decisiones cuestionables. ¿No era mejor Emanuel Perea que Jonatan Ferrari tras la lesión de Vella? ¿Resiste más evidencias lo del ex futbolista Cristian Fabbiani, endulzado por los aplausos del público local, uno de los pocos clubes que le rinde tributo? Preguntas que se hacen con los hechos consumados, desde luego, pero algunas de ellas con cierta razón.

Decisiones del técnico al margen, responsable en su justa medida dado que no juega y ya demostró sus dotes de gran conductor, cabe prescindir de centrarse en presuntos culpables tras una derrota, alternativa que contempla este deporte. Lo que si merece puntualizarse, de cara al difícil encuentro con el Tigre de Caruso, es trabajar sobre la potencialidad de un equipo que -como dicen los futbolistas del cuadro de Floresta- no es menos que nadie. Restará saber si podrá sostener ser más que algunos otros, un interrogante supeditado al propio convencimiento de acuerdo con los recientes logros conseguidos, la mística construida y las destacables condiciones de un conjunto que, muchas veces y seguramente de modo
inconsciente, se refugia en limitaciones surgidas de los inciertos horizontes que hoy transita.

Un día, All Boys volvió al sur. Del sur y sus misterios que exceden lo geográfico, del sur y sus destinos redentores y sus pasados de esfuerzos y luchas, el club de Floresta habrá recogido los aprendizajes que lo proyecten y lo afirmen en ese tiempo mágico e imperfecto con sus previsibles tropiezos, en el cual los intentos, las pruebas y la fidelidad a sus convicciones espanten la inestabilidad que desdibuja su rostro auténtico.

Pablo Provitilo

No hay comentarios.: