martes, marzo 29, 2011

SELECCIÓN NACIONAL // El duelo



Más allá de la decepción del publico ante la sorpresiva ausencia de Lionel Messi, esta noche el Seleccionado dirigido por Sergio Batista tendrá otro accesible compromiso cuando enfrente a Costa Rica, rival que registra tres participaciones mundialistas (1990, 2002, 2006), en un amistoso a disputarse el remozado Estadio Nacional del país caribeno, el segundo de carácter internacional desde su reapertura. Se presume, como es lógico, un enfrentamiento marcado por las asimetrías según la calidad de futbolistas de unos y otros, además de un historial favorable a la Argentina que arroja 5 victorias para el equipo nacional, 1 empate y ningún triunfo de los apodados Ticos. De esos triunfos albicelestes, dos fueron relativamente recientes; en Atenas 2004 (4 a 0) y en un amistoso celebrado en la provincia de San Juan a comienzos de 2010 (3-2).

No obstante, habrá un condimento extra relativo a dos técnicos argentinos que tienen principios e ideas futbolísticas disímiles, como Ricardo Lavolpe y Batista, algo que -posiblemente- genere algún debate o reflexión sobre esquemas y tácticas, modelos de juego, características de los jugadores y las capacidades de los entrenadores para administrar la abundancia, en un caso, y la modestia, en el otro. Por lo demás, y yendo a lo que podría ofrecer un equipo argentino cuyos antecedentes incluyen derrota con Japón y empate ante Estados Unidos -nada grave para un técnico que minimiza resultados aunque luego los cite como reaseguro de continuidad en el cargo-, conviene enumerar breves interrogantes acerca del partido de hoy.

1- ¿Existirá plan alternativo para una formación diseñada "en función de Messi"? No decimos alrededor, porque descontamos que los compañeros del rosarino se ubican "alrededor" de Messi.
2-El triple 5 integrado -esta vez- por Banega, Mascherano y Biglia, ¿se mantendrá incólumne los 90 minutos, independientemente de los nombres?
3-¿Se revelará Angeleri como una opción del longevo Zanetti?
4-¿El porcentaje de posesión de la pelota, de repetirse lo ocurrido el último sábado, redundará en mayor eficacia?
5-¿Es esta una prueba válida para un arquero que necesita retos más exigentes?
6- ¿Se sentirá la ausencia de un centrodelantero, el llamado 9 de área, teniendo en cuenta las características de Pastore, Di María, Sosa, Gaitán, Beluschi? ¿O el intento será priorizar el armado de sociedades entre estos jugadores para arribar a posiciones de gol?
7-Finalmente, ¿habrá entendido el entrenador que no existe "un modelo" para ejecutar o imitar?

Preguntas que, sin dudas, no se agotan en este partido que presenta, como rasgo principal, un posible duelo sobre los estilos adoptados por dos entrenadores muy distintos, en parte inducido. Lo complejo, de todos modos, aquello verdaderamente importante, trasciende al juego y se sitúa en el plano simbólico y en el de los afectos, al menos para este sitio: le costará demasiado al Seleccionado entusiasmar nuevamente a los hinchas, algo no sujeto a resultados, a rendimientos superlativos o al tiempo que resta para Brasil 2014. Sí ligado con señales imperceptibles para volver a creer. Porque los duelos no terminan cuando lo dicta la prensa, dependen de mecanismos más sutiles, inestrujables, en suma de la receptividad o no del público y -especialmente- de su decisión para reencauzar un vínculo con raíces profundas.

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