viernes, marzo 04, 2011

CLÁSICO PLATENSE // Parejo y con final abierto



El primer gran clásico de la temporada nos conduce a la querida Ciudad de las Diagonales, donde Gimnasia y Estudiantes reeditarán un clásico lleno de historias, curiosidades, sucesos que trascienden lo deportivo (una tribuna derrumbada en 1959, un terremoto en 1992) y un vencedor recurrente menos en los clásicos que en los títulos conseguidos: el cuadro Pincharrata. Es, sin duda, un partido aparte, con rasgos parecidos a Newell's-Rosario Central, si bien en La Plata predomina cierta cordura y más veletismo al reparar en que 24 futbolistas vistieron ambas camisetas, entre ellos algunos muy recordados como los arqueros Gastón Sessa, Carlos Bertero y Enrique Vidallé; Humberto Zucarelli, Lucho Málvarez y Daniel Pighín. La cifra, claro, se reduce bastante en el choque de canallas y leprosos.

Pero las copas y títulos que acredita Estudiantes, presunto orgullo de la ciudad ante las vitrinas vacías de Gimnasia, no se traduce ni en mayor cantidad de hinchas ni en marcado predominio en los números del clásico, dado que los primeros dominan el historial aunque con una diferencia exigüa: 67 a 60. Tampoco el demoledor 7-0 de octubre de 2006, al margen de que establece una bisagra en el devenir del derby, redunda en una paternidad sostenida y difícil de revertir, como ocurre en Independiente-Racing y San Lorenzo-Huracán. De hecho, la década del '90 fue pródiga en triunfos para Gimnasia y dos datos de un período lejano no deberían minimizarse habida cuenta de que los primeros clásicos en el amateurismo y en la era profesional fueron para el Lobo.

Claro que cada duelo zonal tiene características especiales ligadas con el presente y lo inmediato.  Así, podría decirse que no hay favoritos, esta vez, más allá de una estadística plausible de leer desde distintos ángulos. Por un lado, nunca Gimnasia ganó en el Estadio Único.Más todavía: antes de que los partidos se disputaran en el escenario cercano al barrio La Loma, Estudiantes solo le llevaba 1 encuentro de diferencia al cuadro tripero en el historial general. Por otro, y no parece un dato menor, a partir de la prohibición de público visitante (Apertura 2009) siempre ganó el local, ya sea en el Único, en Quilmes o en el Bosque, con ventaja de dos goles en todos los casos.

De cualquier manera, las cifras y los antecedentes son apenas una parte a tener en cuenta. La otra remite a dos equipos que podrían entregar un partido bien jugado según los nombres, por ejemplo el retorno de Guillermo Barros Schelotto, la confimación de Juan Neira, en Gimnasia; y la vuelta de varios titulares en Estudiantes, además de las ideas ambiciosas y edificantes que dicen defender sus entrenadores. Todo esto (estádisticas, rachas, estilos, determinados futbolistas) y la carga emotiva de este singular clásico lo convierte en una fecha relevante del calendario, siempre esperada, siempre con tonos de auténtico clásico. Porque en el fondo, bien el fondo, ningún hincha desea que fuese el último.

P.P.

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