miércoles, junio 09, 2010

GRUPO F // Paraguay: Guapos y bastardos



Dominar casi de principio a fin las recientes eliminatorias sudamericanas, clasificar por cuarta vez consecutiva a un mundial, exportar jugadores a prestigiosas ligas europeas y erigirse como una incipiente potencia del continente capaz de derrotar a los vecinos Brasil y Argentina con relativa facilidad, convierten a Paraguay en un seleccionado vigoroso, entusiasta y maduro para alcanzar uno de sus objetivos históricos pendientes: entreverarse por primera vez entre los 8 mejores de una Copa del Mundo.

No es difícil puntualizar el crecimiento del seleccionado albirrojo. Los resultados evidencian una parte de ese progreso (en las eliminatorias para Sudáfrica 2010 sumó 33 unidades, nuevo hito en un itinerario que exhibe dos Copas Américas ganadas y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas), aunque cabe destacar los avances en el juego dado que Paraguay le agregó a su reconocida fuerza defensiva otras variantes, orientadas a atacar más y especular menos, sin resignar energías ni capacidad lucha. Más aún: el seleccionado dirigido hoy por Gerardo Martino es un equipo protagonista y equilibrado en todas sus líneas cuyo principal secreto, da la sensación, radica en la unidad grupal para imponerse nuevas metas a partir de saberse firme y cohesionado, convencido de virtudes que no abundan como la garra, el despliegue físico sostenido y, recientemente, el buen trato del balón y las alternativas en ataque según el esquema aplicado por Martino. De hecho, Paraguay es uno de los pocos seleccionados que incluyó 6 delanteros en la lista de 23 convocados.

Su 8ª presencia en un mundial, por tanto, configura una verdadera prueba tendiente a confirmar los avances en la última década y media, a la vez que tomarse rápido desquite de Alemania 2006, cuando quedó eliminado en primera ronda en el grupo que integró junto con Inglaterra, Suecia y Trinidad-Tobago. Pero también, el cuadro guaraní tiene por delante otro desafío trascendente, vinculado con demostrar en la alta competencia que las diferencias en Sudámerica se acortaron y hoy Brasil y Argentina ya no son los únicos respetables y con posibilidades de triunfo entre los representantes de esta parte del continente. Los antecedentes inmediatos sugieren que hay un seleccionado constante y en pleno desarrollo, dispuesto a protagonizar hechos relevantes que lo emparienten con los dos grandes de América del Sur a raíz de un estilo definido, inscripto en la tradición del fútbol paraguayo, aunque mejorado a raíz de interesantes aportes conceptuales y estratégicos  Ese el objetivo, entonces, para un país que podría cotizar mejor en las apuestas y la mirada del mundo si no fuera por sus deficitarias prestaciones en mundiales, donde nunca pasó de los octavos si bien dos veces preocupó seriamente a las potencias: en Francia '98, luego de clasificarse a la instancia de eliminación directa, perdió en tiempo suplementario con el seleccionado galo cuando la figura de Chilavert presumía un desenlace con ribetes de hazaña, mientras que en Corea-Japón 2002 cayó en la misma fase ante Alemania -luego finalista- apenas dos minutos del cierre tras una resistencia digna.




El grupo F, en tal sentido, ofrece lecturas diversas. Está el último campeón, Italia, uno que no sería un obstáculo importante, Nueva Zelanda, y otro que intentará abrirse paso como nación independiente, Eslovaquia, quien relegó en las eliminatorias europeas a un viejo conocido como la República Checa y dos que constan entre los que reúnen historia futbolera como Irlanda del Norte y Polonia. No obstante, la impresión es que se trata de una zona accesible debido a los mencionados atributos de Paraguay, los escasos pergaminos de eslovacos y neozelandeces, y los desempeños del seleccionado azurro, el gran candidato a ganar el grupo y el de las resurrecciones milagrosas, aunque sin variantes ofensivas, carente de un goleador como ocurrió en otros certámenes y con un dato estadístico de los que importan: jamás Italia repitió una buena performance tras ganar una Copa del Mundo. Por tanto, el seleccionado de Martino puede sellar su pasaje a octavos por cuarta vez en la trayectoria de los mundiales, o al menos es una posibilidad para nada remota.

Mucho más si se repasa quiénes son los jugadores que integran el actual plantel. No está Salvador Cabañas, goleador y gran figura albirroja, sin embargo, los nombres de Nelson Haedo Valdez, de Borussia Dortmund, Roque Santa Cruz, de Manchester City; Oscar Tacuara Cardozo, de Benfica; Lucas Barrios, de Borussia Dortmund; y Edgard Benítez, de Wolfsburgo, constituyen un reaseguro en materia de delanteros que envidiarían varios equipos. También dispone de otros valores que sustentan una estructura sólida y confiable, por ejemplo los volantes Edgard Barreto y Cristian Riveros, y los defensores Claudio Morel Rodríguez y Paulo Da Silva, todos curtidos en la batalla y, en algunos casos, con capacidad para llegar al gol por su dinámica o por su buen remate.

Indicios, al cabo, de lo que promete este Paraguay afianzado y con intenciones de superar sus propios registros. Tiene con qué:  aportes de argentinos (Martino, Barrios, Jonathan Santana, Néstor Ortigoza), pero fundamentalmente cualidades forjadas desde sus raíces, que lo distinguen hoy como un seleccionado aguerrido, con enjundia, conformado por guapos. La guapeza bien entendida, la de los bastardos olvidados, más cerca de la épica que de la ilegalidad y el rechazo, esos tratos que reciben en determinados lugares del mundo, no anoticiados -parecería- de otras culturas y otros ejemplos que crecen en los confines.

1 comentario:

La Caldera del Diablo dijo...

Hola Pablo. Mis candidatos a ganar el mundial son: Argentina, España y Brasil.
Para los pronósticos de hoy ya llego tarde, pero si me creen, les pegué a los dos, porque los daba empates.
Abrazo

Emiliano

pd: el otro día conocí a tu hermano