sábado, noviembre 28, 2009

El arte de informar


La proyección en cines del clásico español revela una marca de época: la definitiva consagración de la industria del entretenimiento en el deporte. Los aficionados de ese país podrán disfrutar del partido con abonar una entrada -de valor idéntico al de los estrenos cinemátográficos- en algunas de las 51 salas habilitadas, repartidas en 22 ciudades del país ibérico. Se trata, en rigor, de un hecho conocido -el dominio de las industrias culturales y sus múltiples estrategias para captar públicos-, que podría aplicarse a otros fenómenos, por ejemplo el del avance y la consolidación de los diarios deportivos en el mundo. Hace poco, empresarios de diversos países confluyeron en una mesa redonda desarrollada en el marco de un encuentro organizado por la SIP en Buenos Aires (Sociedad Interamericana de Prensa). Entre otras frases ingeniosas, los asistentes pudieron escuchar: "Los diarios deportivos tienen éxito porque les da a los fanáticos del deporte lo que quieren leer: 'la culpa es de los árbitros". Risas en un auditorios donde los auténticos trabajadores de prensa miraban a través de la pantalla.

También se habló del fútbol como motor del negocio, de los intereses y expectativas de las audiencias, y de un modo de hacer periodismo que combina aspectos informativos con pasión. En España, país que espera el clásico entre promociones variopintas y declaraciones cruzadas de los protagonistas, la prensa deportiva ocupa un rol trascendente. Existen al menos cuatro diarios enrolados en la causa de entretener, polemizar e investigar nada. Dos de Madrid (Marca y As) y dos Cataluña (Sport y Mundo Deportivo) concentran la atención del medio futbolero en ese país y despliegan recursos estéticos similares tanto en sus ediciones impresas como digitales: portadas de varios colores, títulos impactantes, caricaturas, juegos de diverso tipo. En materia de contenidos tampoco presentan diferencias, ya que los 4 periódicos mencionados editorializan con parcialidades y en un tono cargado de desmesura, fijan los nudos temáticos en la actualidad de las instituciones con más hinchas en sus respectivas localidades, e incluyen secciones audiovisuales en sus portales porque, como explicaron en el cónclave de la SIP, "hay que retener a un público que hoy busca información de modo incesante".

Así, el Barsa-Real Madrid reafirma su carácter de partido situado entre las nuevas tecnologías de la información. Un encuentro que se juega en el estadio, en las redacciones y ahora en el cine.

Los diarios deportivos, en ese marco, se instalaron con gran eficacia. Divierten, imponen agendas, en algunos casos están muy bien hechos. La incógnita es saber si hacen o no periodismo. Es un debate abierto. Para muchos ofrecen una alternativa inteligente, en sintonía con las transformaciones sociales y culturales. Para otros, como admitió Carlos Ulanovsky en Argentina, le siguen hablando a un lector "que no soy yo".



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