martes, mayo 11, 2010

B METRO // Un año aurinegro


Continuando con los festejos y posibles consagraciones de equipos con divisa amarilla y negra (Peñarol en Uruguay, Olimpo y ¿Santamirana de Tandil?, en Argentina, ¿Barcelona de Guayaquil, en Ecuador?), Almirante Brown retorna al Nacional B tras escasas dos temporadas en la tercera categoría del fútbol argentino, una divisional que ahora albergará a 22 equipos consumado el descenso de Platense, ratificando el sinuoso camino que deben recorrer quienes participan en ese certamen con solo consignar algunos de sus rasgos: un solo ascenso directo, cupos reducidos para disputar una promo -este solo año serán solo 4 debido a la cita mundialista-, abundancia de clubes con historia y estadios de Primera.

El logro de Almirante, en tal sentido, adquiere resonancias especiales. Un poco por los ítems mencionados, y otro tanto por el carácter de la definición del campeonato, dado que se descontaba el ascenso de Sarmiento de Junín, cómodo líder durante largos tramos de la competencia, entidad respaldada por una localidad pujante con variados atractivos turísticos y diversas fuentes de ingresos que explican el sostenido crecimiento experimentado en la región.

Sin embargo, la diferencia de puntos que sacó el cuadro de Junín a sus rivales -llegó a ser de 12 puntos-no amedrentó a Almirante Brown y a un grupo de jugadores calificado y perseverante liderado por Blas Giunta para conseguir, de este modo, el triunfo más importante de una historia construida en otro punto geográfico, el Partido de La Matanza, la "quinta provincia" de la Argentina, zona con más habitantes y más demandas sociales, educativas y culturales en comparación con otras localidades de la Provincia de Buenos Aires.
Un triunfo basado en la persistencia y el espíritu aguerrido expresado en la continuidad de su entrenador (dirige a Brown desde hace casi 5 años), quien siguió en el cargo pese a los crónicos conflictos de un club tumultuoso que pagó carísimo las disputas internas de su barra (le descontaron 18 puntos tras el ascenso obtenido 2007), y armó -en consecuencia- un equipo protagonista y experimentado en esta temporada con futbolistas que resultaron determinantes para arribar al título, entre ellos Daniel Bazán Vera (15 goles), Federico Maraschi, Gabriel Gandarillas, Federico León (tres jugadores regulares), Román Díaz (refuerzo de categoría que aportó 4 goles clave) y César Monasterio (el de más partidos jugados).

Con esos pilares Almirante construyó una campaña de 77 puntos, tres más que Sportivo Italiano, el último campeón, que le permiten coronarse por tercera vez en sus 88 años de trayectoria, en una coyuntura especial signada por el dramatismo y la mentalidad de un equipo que será recordado por su garra y su orgullo, atributos indispensables si se pretende abandonar esta categoría. Merecida consagración, entonces, para un club que ahora estará bien cerquita de cumplir un sueño mayor: debutar en un tiempo no muy lejano en la A, el destino final de las ilusiones.

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