martes, diciembre 02, 2008

El Técnico


Como se sabe, River se apresta a elegir nuevo técnico tras la dimisión de Diego Simeone y el fallido interinato de Gabriel Rodríguez (en el minicampeonato se encuentra en idéntica posición a la del Campeonato con mayúscula). Presumo, de movida, que ninguno de los candidatos mecionados (Gorosito, Pumpido, Gallego, Cagna y Comizzo)dan la talla. No por sus capacidades ni por algún encono personal con ellos: simplemente porque en el River de Aguilar hasta Alex Ferguson o Roberto Mancini, por citar dos casos, duran como mucho un año.
En consecuencia, cabe pronunciarse frente a la elección de un deté transitorio, endiosado en el comienzo e imbecilizado después, expectante de dirigir River solo por cierto prestigio aún no del todo dinamitado. Pese a los reparos señalados, creo que Pumpido es el mejor postulante al cargo. Por empezar, Nery está trabajando desde hace algunos meses en Arabia Saudita, continente asiático, en el equipo Al Shabab. No hay ser muy perspicaz para advertir que, contrato millonario al margen, se trata de un mundo diametralmente opuesto al nuestro para vivir. Eso pensaba mientras lo escuchaba hoy en una entrevista radial con Niembro: a este tipo le gusta le guita, de acuerdo, pero hay que tener un mínimo resto ante la adversidad para internarse en el confín del globo o, más nuestro, el culo del mundo. "Venimos de un viaje largo,un partido duro de visitante", dijo en una parte del reportaje. La geografía en sí misma asusta: parajes uno imagina desérticos, fanatismo religioso, amistades escasas, idioma imposible, minas imposibles, etc. De todos modos, no es del todo convincente esta razón, especialmente porque el autor de este artículo es un auténtico bicho de ciudad que colapsa cruzando la general paz.

Más trascendente, en cambio, es remitirse al legajo de Pumpido: Unión y Newells en Argentina con campañas irregulares, pero campeonazo de la Copa Libertadores 2002 dirigiendo a Olimpia. Un equipo que hizo historia; eliminó al Boca de Tabárez luego de un empate en la bombonera, ganó la final de visitante ante el San Caetano -que es un club chico de Brasil pero jugaba muy bien- y tenía un plantel bárbaro: el confiable Tavarelli en el arco, Julio Cáceres en la saga, Ortemán y Enciso como caudillos en la zona media, un Gastón Córboba desequilibrante en la gestación ofensiva y la tremenda capacidad goleadora de Miguel Benítez arriba.

Pero además, Pumpido es de la mentada generación del 86. Ganó todo con el River de Veira, salió campeón en Mexico y nunca voy a olvidar un comentario tribunero: "en la boca no arruga". Repasando los arqueros que vinieron después, menos Comizzo y tal vez JP Carrizo, a todos los otros se le enfrió súbitamente el pecho. Hasta el Mono Burgos, quien personalmente lo recuerdo más por el mísil que se comió con Chilavert que por los títulos ramoneros,sucumbió al paisaje. Ni hablemos de Goycoechea, José Miguel, Bonano, Constanzo, etc.

Por lo expuesto, que es poco, mi voto para Pumpido. Los otros autores de este blog, hinchas de River como yo, tendrán razones para elegir un candidato. Esperamos sus preferencias.

Pablo

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