lunes, diciembre 29, 2008

¿Quién manda?



Decir Carlos Bianchi es decir soberbia, coherencia, pragmatismo, intolerancia, decencia, docencia, rencor, silencio, poder, traición, director técnico cotizado. En estos días decir Carlos Bianchi es decir, además, manager. Su llegada a Boca, en nuevo rol, adelantó el verano. Nos animamos a un jueguito y una crónica breve. Los interrogantes se reparten en dos: ¿qué carajo hace un manager? (conseguir amistosos no cuenta dado que a Quique el carnicero o Mauro Martín les sobra muñeca negociadora y podrían cumplir ese rol sin ser técnicos). Lo segundo: ¿Ameal se quita responsabilidades? Bianchi, no olvidar, redujo a Macri a uno de esos empleados que el propio ingeniero suele maltratar en alguna de sus muchas empresas. La pregunta es quién manda. La pregunta es la función. La pregunta es saber si Bianchi se convertirá en presidente sorteando etapas. ¿Vuelve también Digón? ¿Es el as de espadas oculto del Virrey? Basta de preguntas. Al cabo, Boca gana la libertadores el próximo año y todos contentos: con Bianchi presidente y Ameal flameando la bandera de Cacho L.

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