Oscar Ruggeri, tras un acertado silencio en medios audiovisuales, reapareció en el canal del filántropo colombiano como columnista fijo para discurrir sobre la selección nacional. Entre otros conceptos, el técnico que perdió 7 a 1 con Boca dirigiendo a San Lorenzo, señaló en su primera intervención que "hay que dejar a Maradona elegir a sus ayudantes", cargó contra Carlos Bilardo -apoyado por las agudísimas intervenciones de Carlos Chino Tapia- y los desvaríos de su trabajo como manager ("gana 60 mil dólares por mes"), y, habilitado por sus compañeros panelistas, trazó un diagnóstico de los últimos 20 años del equipo nacional. Sabiduría pura.
La producción del programa, consciente del rating adverso, intentó reponer un debate agotado y circunscripto al polémico y residual mundo periodístico de ciertas cadenas: "por qué no está Ruggeri en la selección". Pobreza absoluta de ideas en una fecha que arrojó diversidad de temas y discusiones. Más interesante, por tanto, fue observar al Ruggeri que desnudó -una vez más- a Juan Carlos Passman y sus torpes creencias de periodista serio e informado, capaz de desestabilizar a Maradona, a Alves, a Astrada o a Pepe Romero (entrenador de All Boys) con el talento y la experiencia de un Niembro o un Araujo. Sin levantar la voz, firme en cada intervención, el Cabezón confinó a Passman al lugar del equívoco sin condicionamientos ni pruritos. Ese debate entre un "ustedes" -los periodistas- y "nosotros" -los jugadores, técnicos- en el que Ruggeri se mueve como quiere y donde todo es ganancia para el gremio que representa.
En suma, el Ruggeri destemplado y enemigo de determinada prensa fue lo mejor de un envío que, si abandonara el amarrillismo ramplón que abrazó su conductor, hubiese promovido ya no el interrogante de "por qué no está Ruggeri", sino el de por qué debería estar en la selección. Cosas de América. Por lo demás, y al margen del Cabezón, vale decir que no hubo grandes novedades en materia de medios ligados al deporte. O sí, desde lunes se emite el ciclo superclásicos, por Fox, a cargo de Leto y Lito. En la mañana, y por la misma señal, hubo otro debut aunque deslucido y sin recursos -periodísticos, humorísticos, técnicos- para competir con el sólido Despertate de TyC Sports que conduce Gonzalo Bonadeo.
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