sábado, agosto 25, 2007

Hay que cantar de nuevo al vino


Transcurridas las dos primeras presentaciones jugando como visitante (2 puntos de 6), nada extraordinario ocurrirá con River de no mediar un milagro. Razones, miles. Desde TPP se señala un factor a tener en cuenta: este equipo arrancó el campeonato sin crédito y el descontento popular parece irremontable. Más si sus responsables directos (dirigentes, cuerpo técnico, jugadores) abonan con sus insólitas decisiones al naufragio absoluto. Porque el problema, vale decir, no es tanto si Ferrari juega de 3 o de 10 o si la defensa comete 4 errores por minuto -pudimos corrobarlo en ocasión del match ante los jujeños-, sino la escasa ambición para aventar turbulencias, torcer un presente desdoroso o, más dramáticamente, desafiar esas oscuras certezas que corroen a los hinchas. Y, se sabe, cuando no abundan rebeldías ni el famoso "hambre de gloria", el camino a un nuevo fiasco asoma inevitable.De cara a lo que viene, en consecuencia, sobra espalda para amortiguar golpes. La próxima cita será en San Juan, tierra proveedora del bueno vino, otra vez en condición visitante y con un marco de público acorde a la grandeza de River. Duelo que escribirá su primer capítulo en el historial ya que no se registran enfrentamientos amistosos ni oficiales entre ambas instituciones. En cuanto al juego, la incógnita recaerá en el estado del campo de juego, los tiros libres de Brusco y el olfato goleador de Luis Tonelotto. Y, claro, esa breve y tibia esperanza que enciende de a ratos Ariel Ortega. Rendimientos al margen, no será justo castigar a quien honra dignamente el espíritu de la provincia. Va con onda, burro.
Posteó: Pablo

1 comentario:

bonito lunch dijo...

hace rato que no pasaba y me encuentro con este post que retrata brillantemete lo que es river.
lo felicito.