martes, agosto 23, 2011

ALL BOYS // Reacciones

No es cuestión de caer en exageraciones o tremendismos. La temporada es larga, este equipo tiene el crédito abierto por su seguidilla de logros y, como se dijo acá, venía de conseguir un valioso empate en Santa Fe, derivado de un desempeño que invitaba a la ilusión. Pero el partido con Rafaela alteró a todos en Floresta, comprensible y exageradamente, luego de un rendimiento desteñido, acaso el peor en mucho tiempo según una sucesión de errores compartidos mezclados con carencias de reflejos, inadmisibles para una divisional que castiga con derrota cualquier falla, ya sea nimia o grosera.

Con el recientemente ascendido hubo deficiencias nítidas, por ejemplo no administrar con inteligencia una ventaja conseguida al minuto de juego, si bien habría que atender, o al menos seguir de cerca, las declaraciones del técnico visitante Carlos Trullet. ""Hay una estadística que dice que el equipo que marca un gol al minuto de juego, en el 80 por ciento de los casos no gana el partido". Se desconocen las fuentes de ese dato pero no deja de ser un concepto interesante en un ambiente sensible a las declaraciones huecas, ramplonas y exculpatorias por parte de los entrenadores. De cualquier modo, All Boys dilapidó la chance de acreditar su primer triunfo por causas que exceden a los números.Y remiten a algo tan sencillo como la falta de concepto para encarar un partido importante en la tabla de los promedios, no solo desde la disposición anímica sino también a partir de las incidencias en su desarrollo y, sobre todo, de lo que parecería ser el déficit en estos tres partidos disputados: fallas visibles en la zona defensiva. El segundo tiempo con Rafaela fue elocuente para advertir que All Boys defiende mal, entre otras cosas porque el mediocampo parece descompensado, con Darío Stefanatto y Juan Pablo Rodriguez en un nivel muy bajo, y con desacoples notorios en la última línea donde Facundo Quiroga se revela impreciso, torpe en cada movimiento y por ahora lejos, muy lejos, de ofrecer seguridad.

No obstante, la caída también se explica por la táctica elegida en el segundo tiempo cuando el cuadro de José Romero se retrasó en el campo con el propósito, modesto, de cuidar la mínima ventaja, sin tomar nota de dos cuestiones básicas: los posibles réditos de mantener la postura ofensiva ante un oponente de calidades iguales o inferiores y, aceptada la estrategia de apostar al contragolpe, no reforzar la zona media con Emanuel Perea, de buen desempeño en Santa Fe y de características acordes con ese plan mezquino. Por el contrario los futbolistas que ingresaron, concretamente Maximiliano Coronel y Carlos Salom, mostraron un rendimiento muy pobre, sugerente en cierto modo para intuir las limitaciones del plantel y aventar, pese al discurso oficial, los pronósticos alborozados de pelear el torneo o clasificar a una copa internacional. Un dislate. En ese panorama, los goles de Rafaela fueron acaso un justo castigo para un equipo que no sabe ni puede jugar de esta manera en condición de local, al tiempo que expresan una señal de alarma a corto, mediano y largo plazo en caso de no revisar estos partidos con saldo negativo en Floresta (1 punto sobre 6, ante rivales directos).

Un último aspecto a consignar se vincula con los reacciones de un sector del público y de determinada prensa. Existen varios temas importantes a corregir o a modificar de raíz en el plano futbolístico e institucional, aunque de ningún modo avalan la crítica destemplada y exitista, cuyo rasgo distintivo es abonar a un clima de confusión, desfasado de esta actualidad en Primera. Mejor que la queja parasitaria es repasar de dónde venimos, señalar los errores pero con ánimo constructivo y trabajar desde abajo por el presente y el futuro de All Boys. Uno de los desafíos del tiempo que se avecina.

P.P

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