Entre tanto programa chatarra, partidario o no, La Red introdujo una propuesta novedosa que oxigena su auriazulada grilla. El envío se denomina "100 % River" (lunes 21 a 23) y contiene no pocos atractivos: el estilo nada solenme de Ignacio Goano, los ricos aportes de Hernán Urquiza y una selección de buena música matizando el envío. Si bien nada descollante -por momentos se nota una producción limitada-, cabe resaltar un programa apartado del fanatismo bobo, orientado a entretener e informar sin agresiones.
Sin embargo, hay un aspecto que merece una reflexión en torno a los comunicadores identificados con el millo. Repasando nombres, emergen coincidencias en las dudosas arengas de Costa Febre, la crítica sucesiva de Silvio Chatás contra jugadores y técnicos (nunca con la dirigencia), los amargos escenarios que describe Farinella, el relato monocorde del aparatoso Nasarala o el mensaje pacificador de Goano y Urquiza. ¿Cuál coincidencia? Mostrarse sumisos(o renunciados que es peor) ante la evidente superioridad boquense de los últimos años. Más claro: ninguno marca agenda. Por el contrario, la narración dramatiza o desdramatiza para mal, nadie intenta cerrar filas en favor de un futuro más promisorio para el club y nadie interpela a los responsables de un presente vergonzante, nauseabundo en su interior, aceptadamente mediocre.
Crónica de época, entonces: el periodismo partidario. Asumidas las reglas del juego, la prensa de River mira la película de costado, aun con una significativa cantidad de horas y espacios a disposición en los principales medios. A tono con la política comunicacional y deportiva que impulsa el gobierno de River.
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