sábado, febrero 05, 2011

ESTUDIANTES // Detrás del triunfo


La gran noticia de la última semana nos conduce al respetado y siempre edificante -para muchos- Estudiantes de La Plata, club donde nuevamente un protagonista destacado de esa entidad se va entre sombras, silencios que hablan, especulaciones de toda índole. Distinto a lo de Diego Simeone y semejante a la salida de José Luis Calderón, la renuncia de Alejandro Sabella reviste curiosidades dada la identificación del ahora ex entrenador y jugador con el club pincharrata, los importantes logros conseguidos durante su gestión de 2 años y la presencia permanente de Juan Sebastián Verón en torno de cualquier hecho que aluda a Estudiantes. Y es que, tras el retorno del ex Manchester United, parece imposible disociar a la institución platense de los movimientos dentro y fuera de la cancha de su ídolo, señalado por el propio Sabella "como la persona más importante en la historia del club", luego de conseguir la Libertadores en 2009.

Tal vez, esa declaración que un sector de la prensa encolumnada con Verón celebró y ejemplificó respecto de las calidades humanas y deportivas de JSV, arrojaba una lectura subyacente, una marca del inconsciente, teniendo en cuenta los acontecimientos posteriores en los cuales Verón asumió un liderazgo desmesurado al punto de opacar al entrenador, desdibujado en varias ocasiones por las fulgurantes apariciones mediáticas del capitán pincharrata y confinado por el propio plantel a un lugar secundario. Porque el referente primero, el conductor, es Verón. Y aquí no ocurre lo de Boca donde dos consagrados con adhesiones parejas conformaron grupos en derredor de sus luchas y sus deseos, ni se vislumbra una dirigencia que discuta su influjo. Recordemos: los que se opusieron a ciertos manejos y opiniones de Verón, como Julio Alegre, ya no están, de modo que  Estudiantes cedió el destino de su proyecto futbolístico a una persona, con sus aciertos y sus vicios, lo cual exige a los periodistas repensar el concepto de "club modelo", "la gran familia pincharrata" "el largo plazo" y frases de ese tipo.

Sabella, por todo lo antedicho, parece haber tomado la decisión correcta aunque, eso sí, en el momento menos oportuno, ya que, por un lado, asume una conducta en cierto modo irresponsable dada la proximidad del comienzo del torneo, y por otro le ofrece a la dirigencia pincharrata argumentos para contrarrestar lo que en Estudiantes se discute en voz baja: ¿es viable un club que sustenta toda su grandeza y toda su historia en un líder? ¿Hay una construcción en curso para cuando ese lider se vaya? ¿´Detrás del personalismo de Verón, existen resortes institucionales capaces de sostener a Estudiantes en la cima? Posiblemente los haya, al cabo se trata de una institución que nació hace 106 años y Verón hijo no existía, si bien los interrogantes encuentran asidero en algunas señales que se exhiben en el fútbol, por caso el despropocionado rol que asume un referente, la disputa entre representantes afines o no a él (Hidalgo y Pires) y, más importante aún, el futuro de un club que hace culto al personalismo, con la fortaleza que supone, pero también con el riesgo de continuos destratos con protagonistas que quieren a Estudiantes, como Sabella o Calderón.

El conflicto que deparó la salida del entrenador, por tanto, es un buen ejemplo de que debajo de los triunfos no siempre relucen las mejores intenciones ni conviven, en armonía, sujetos con los mismos intereses, los mismos principios y las mismas inquietudes. Es, también, un testimonio interesante, con final abierto, sobre los infinitos pliegues en la disputa por el poder que signan la situación actual de las instituciones futboleras argentinas del nuevo siglo.

P.P.

2 comentarios:

La vaca de lácteos Barraza dijo...

Toda la razón Ernest*

Wes Anderson dijo...

hola, acabo de descubrir este blog y me cabe.
Eso nomás, quería chupar medias.