Los grandes interrogantes

¿Podrá Simeone 'recuperar la gloria perdida'?

¿Se evitarán las expulsiones del atribulado Gerlo si es que desgraciadamente sigue, entrará algún tiro del flamante 5, Leonardo Ponzio, volverá el Tuzzio del 2004?

¿Hará méritos Diego Buonanotte para diferenciarse de Manso, que no es Leonor, sino un proyecto de crack de Newell's Oll Boys que se apagó pronto?

-¿Explotará de una vez Andrés Rios, un pibe acostumbrado a lidiar entre urgencias y pesares, de notables condiciones?

-¿Podrá Marco Ruben aportar un 10 por ciento de lo que hizo en Central?

-¿Ortega será la bandera del nuevo River, como le gusta a decir al presidente reelecto en 2005, José María Aguilar?

-¿No merece una chance el arquerito Vega, descendido con Nueva Chicago en 2006?

-Burzac, Musacchio y otros pibes, ¿tendrán chances de demostrar todo lo bueno que dice de ellos el coordinador de inferiores, Gabriel Rodríguez?

-De no reforzar la zona izquierda de la defensa, ¿Vivas no es una buena opción?

-¿Abreu no será el Fonseca que acercó Francescoli en 2002 (igualmente será bienvenido si le anota un tiro libre a Boca en el último minuto como en el verano 2002)

-De no obtener campeonatos, ¿quién debe dimitir primero: entrenador o presidente?

Sugerencia: las críticas se gastaron y conviene ser optimistas. Con Augusto Fernández, Paulo Ferrari, el retorno de Alexis Sánchez, los desbordes de Rosales y algunas pinceladas de Ortega, se supone que el fantasma de la promoción quedará atrás.